Cada que se registra una nueva falla en el ducto de la presa El Realito, se triplica el nicho de trabajo de las empresas particulares que operan pipas de agua, pues, la demanda del servicio es muy alta, esto aunado al desabasto de agua que hay por la temporada de estiaje que padecemos en el estado.
Reconoció lo anterior Francisco Ávalos González, coordinador de piperos adheridos a la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC), quien señaló que, ante el crecimiento en la demanda de sus servicios, este sector también se ha expuesto cada vez más a hechos de inseguridad, como ataques a los operadores, pues la falta de agua “desquicia” a la población.
En ese sentido, pidió a la ciudadanía a generar conciencia sobre esta situación y que se respete el trabajo de los piperos, pues “cada que vemos una pipa de agua circular por las calles, es porque se dirige a algún lugar a resolver un problema de agua”.
“Sé son vehículos grandes, que van despacio y que generan caos vial, pero el problema que resuelven las pipas de agua es bastante grande, que es la falta de agua. Deveras es triste que la obra del Realito haya quedado mal; a nosotros el nicho de trabajo se nos triplica por esta situación, y algunos pensarán qué bueno, pero, si tenemos conciencia, es malo que nosotros tengamos tanto trabajo porque algo está fallando”, expresó.
Ávalos González detalló que una pipa de 10 mil litros de agua tiene un costo aproximado de 700 pesos, y, dependiendo de la colonia alcanza para surtir hasta 6 viviendas, si la capacidad del aljibe es de mil 500 litros, porque, también hay zonas donde los aljibes tienen capacidad de 2 mil 500 litros, y con esos sólo alcanza para surtir a 4 casas.
No obstante, dijo, donde por lo regular padecen más el problema del agua son en las colonias de un nivel socio económico medio hacia abajo, pues los aljibes son más pequeños y se les agota más rápido el líquido.