En el marco del "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” la tía de Odalis Anahí Hipólito Jiménez, la joven que presuntamente fue asesinada por su novio quien en un acto de “crueldad”, la colgó en la terminal de los camiones del transporte urbano, se unió a la manifestación realizada por colectivos pro derechos del sector.
María de Jesús Hipólito González, encabezó la manifestación para exigir a las autoridades encarcelen al responsable del asesinato de la menor, que apenas habría cumplido 16 años. Las autoridades encargadas de procurar la justicia tipificaron el hecho como un suicidio, recordó, versión que rechaza la familia.
El cuerpo de Odalis Anahí, fue encontrado el pasado 11 de marzo del presente año, colgado en la terminal de autobuses de pasajeros que se ubica a un costado del museo del Ferrocarril en la Capital potosina. La Fiscalía General del Estado, “cerró” las investigaciones al catalogar el caso como un suicidio, sin embargo la familia insiste que fue su novio quien le arrebató la vida a la joven.
“Ella no se mató, el cordón no estaba en su cuello y no tenía marcas, estaba toda golpeada, ¿por qué dejaron libre a su novio?, vino a declarar y se fue, no nada más mataron a la niña, nos mataron a todos”.
Aunque hay pruebas contundentes de que el novio de Odalis fue quien la asesinó, las autoridades solamente le tomaron su declaración y lo dejaron libre, “puede matar a otra niña, ¡¿qué están esperando para actuar?!”, gritaba María de Jesús a poco más de ocho meses la muerte de su sobrina.
“Dicen que era una niña de la calle, no es cierto, mi hermano y mi cuñada están devastados, no quieren saber nada, pero yo me acerqué y me dijeron que a mí no me van a dar ninguna información. Ella no se suicidio, él la mató, ¿y para qué la colgaba?, estoy muy molesta, no creo en la justicia”.
Explicó que poco antes del asesinato, Odalis llamó de un teléfono celular, al parecer propiedad de la madre de su novio, para avisar que ya iba a para su casa; horas después de ese mismo teléfono, el padre de la víctima, recibió otra llamada, para avisar que la menor estaba muerta, relató.
Aseguró que la familia teme por su vida, y aunque con miedo “yo no me callaré, no sé si al rato me desaparezcan o aparezca por ahí tirada, a mí no me importa, yo voy a seguir gritando que las autoridades son una porquería”.