Después de casi perder la vida por defender su hogar, Kira y Rocky luchan por seguir adelante, las secuelas del crimen cometido el pasado fin de semana, no quedaron solamente en el cuerpo herido de los dos pitbull, sino también en su familia, a la que le fue arrancada la tranquilidad y la confianza para regresar a su hogar.
- UNA ESCENA ATROZ
El sábado por la madrugada, delincuentes forzaron puertas y rompieron protecciones de una vivienda ubicada en Los Llanitos, Ciudad Fernández; en la vivienda estaban solamente Kira y Rocky, dos perros pitbull, ya que después de que Liz tuvo complicaciones en su embarazo, ella, sus dos hijas y su esposo, se tuvieron que quedar en casa de su madre, “ya no pude regresar a mi casa porque mi esposo trabaja y tengo otras dos hijas, no las puedo dejar solas, me vine con mi mamá”.
Los delincuentes aprovecharon que la familia no estaba y se tomaron el tiempo para forzar las protecciones de herrería que tenían las ventanas y rompieron la chapa de la puerta para poder ingresar, dentro de la casa estaban los dos pitbull, que fueron brutalmente golpeados; Rocky perdió varios dientes y tiene lastimado el hocico, pero con antibióticos avanza favorablemente, la peor parte se la llevó Kira, a quien le rompieron la mandíbula y tumbaron casi todos los dientes, además de provocarles heridas con un objeto punzocortante, lo que la dejó entre la vida y la muerte.
A pesar de los golpes recibos, Kira sigue luchando por recuperarse, “está delicada pero dentro de lo que cabe va bien para todas las heridas que tiene, la veterinaria ha venido todos los días para aplicarle medicamentos en el día y la noche para que siga aguantando el dolor, trae la quijada colgando, se le hizo cirugía y trató de reconstruir lo más que pudo, le faltan dientes, tiene la quijada destruida, le damos suero con jeringa, gracias a Dios se empieza a levantar, está evolucionando favorablemente, es un milagro que esté viva, que esté caminando y esté todavía con nosotros”.
Para Liz y su esposo, la escena al llegar a su casa fue atroz, no solamente encontraron sus pertenencias revueltas, sino también charcos de sangre de los dos cachorros, y así tuvo que permanecer hasta este miércoles, cuando finalmente la Fiscalía General les liberó la vivienda para realizar limpieza después de haber tomado muestras y fotografías.
Los delincuentes sustrajeron un refrigerador de 7 pies color gris, una televisión de plasma de 55 pulgadas, un tanque de gas, un minie laptop Lenovo color rojo, cuatro paquetes de pañales marca BB Tips etapa 1, un bote de fórmula de leche grande marca SMA etapa 1, y una bocina grande marca Vorago.
- LA IMPOTENCIA
Después de lo ocurrido, Liz formalizó su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, ha tenido que acudir diariamente esta semana para aportar todos los documentos que le solicitan para acreditar los objetos que le fueron robados, la posesión de Kira y Rocky así como sus expedientes médicos para certificar las heridas recibidas y el tratamiento que se les ha dado hasta el momento.
Sin embargo señala que se ha topado con declaraciones poco alentadoras por parte de las autoridades, pues por ejemplo, le dijeron que para proceder con la denuncia por robo es necesario que cuente con testigos presenciales de los hechos, “si no hay testigos presenciales no se puede proceder; me doy cuenta que mucha gente a la que le llegan a robar ya no sigue con el trámite porque es demasiada pérdida de tiempo, es ir todos los días, ahorita yo estoy de incapacidad, pero regreso a trabajar a mediados de enero y si siguen pidiendo que vaya todos los días ¿cómo le voy a hacer?, o sigo con la demanda o pierdo mi trabajo, o sigo con mi trabajo y dejo la demanda, eso hace que te desanimes”.
Otra cosa que le dijeron, es que el delito de maltrato animal no es grave, por lo que en caso de detener a los responsables podrían quedar en libertad al pagar los daños de los animales, “se me bajó el ánimo porque van a pagar y los van a dejar salir; una persona que hace eso el día de mañana puede matar a una persona”, y es que aún se cuestiona porqué se ensañaron de esa manera con los perros si ya tenían los objetos de valor.
A pesar de ello, asegura que continuará con el trámite todo el tiempo que pueda, ya que quiere justicia tanto para Kira y Rocky como para la familia completa, pues le arrebataron la sensación de estar a salvo en su hogar y ahora tiene miedo de regresar, ya que así como golpearon a sus “hijos perrunos” piensa que pueden actuar contra ella si la encuentran sola con sus hijas; por lo pronto, deberán reponer las protecciones en la vivienda antes de pensar en volver a habitarla.
También continuará con la atención médica a Kira, que sigue bajo observación pero ya se levanta y hace el intento de tomar agua por sí misma, el pronóstico para ella es que quizá tenga que consumir alimentos molidos de por vida ya que se quedó sin dientes pero su lengua está intacta.
Liz hizo un llamado a la ciudadanía, en especial a sus vecinos, para que si alguien vio algo lo denuncie, puede ser de manera anónima pero es necesario que la denuncia se haga de forma presencial en la Fiscalía para que este delito no quede impune, ya que si llegan a detener a algún posible responsable y no hay un testigo presencial que lo señale, lo van a dejar en libertad, “que hablen porque no pueden seguir pasando estas cosas, alguien tiene que saber algo”.