En lo que va del 2024, la Asociación Civil Nueva Luna ha atendido al menos cuatro alarmantes casos, de jovencitas menores de edad que han sido abandonadas por traileros en diversos puntos carreteros de San Luis Potosí.
Esta situación que afecta a jóvenes y adolescentes, quienes son “levantadas” por el crimen organizado en otras entidades del país con el fin de ser prostituidas, principalmente por conductores de camiones de carga, refleja una problemática cada vez más creciente, comentó Marcela García representante de esta asociación en San Luis Potosí.
“Nosotros hemos atendido cuatro casos de niñas que han sido aventadas por traileros en su paso por el estado. Se trata de jovencitas que no son oriundas de San Luis Potosí y que vienen a parar aquí porque son abandonadas. Sin embargo, también hay niñas de San Luis que son levantadas y llevadas a otros estados para ser prostituidas”.
Agregó que la situación es desgarradora. Las jovencitas, muchas de ellas o la mayoría de ellas en condición de calle, son víctimas de la delincuencia organizada que las utiliza y ofertan servicios sexuales con traileros, quienes, tras haber “usado” a estas jóvenes, las abandonan en la carretera, dejando tras de sí un rastro de dolor y vulnerabilidad.
Este fenómeno no solo se limita a la explotación sexual, sino que también está relacionado con el derecho a decidir. Muchas mujeres que, en su momento, hubieran querido abortar se ven obligadas a tener hijos e hijas que no desean, lo que a menudo resulta en el abandono de esos menores. “Ese grupo de menores es el más vulnerable y el que enfrenta mayores riesgos”, enfatizó García.
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La falta de políticas públicas adecuadas y de centros de atención para recibir a estas niñas en condiciones críticas es un tema que preocupa a la activista. Muchas de estas jóvenes no solo enfrentan la explotación sexual, sino que también pueden ser adictas a las drogas, lo que complica aún más su situación.
Marcela García consideró que la realidad que enfrentan estas jovencitas es un llamado urgente a la acción, por lo que es fundamental que se implementen políticas efectivas y se establezcan centros de atención que brinden apoyo y protección a las menores en riesgo.
“La sociedad no puede permanecer indiferente ante esta problemática que, lamentablemente, sigue creciendo y afectando a las generaciones más jóvenes. La voz de organizaciones es crucial para visibilizar esta crisis y buscar soluciones que garanticen un futuro más seguro y digno para todas las niñas y adolescentes”.