Sin los rasgos ostentosos que caracterizaron por décadas los informes de gobierno -estatales y federales- y que convertían a ese evento en todo un ritual; sin un “eterno besamanos” al arribo del mandatario, aunque manteniendo la solemnidad; así inició y transcurrió el sexto y último informe de Juan Manuel Carreras López.
La tarde de este viernes tampoco se escuchó el estruendo de los helicópteros, que en épocas más boyantes y sin la presencia de un virus responsable de una pandemia mundial, anunciaban la llegada tanto de gobernadores de otros estados, como de funcionarios federales y “personalidades de primer nivel”.
La cita fue en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí, sede en la que por la mañana miles de jóvenes acudieron para recibir la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Ahí fue montado un escenario con el lema de su gobierno a todo lo ancho, aunque modificado por dos letras, para pasar de “Prosperemos Juntos” a “Prosperamos Juntxs”.
El gobernador del estado llegó acompañado de su esposa, Lorena Valle Rodríguez, quien los pasados seis años presidió la Junta Directiva del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en San Luis Potosí; así como del gobernador electo, Ricardo Gallardo Cardona.
El mandatario saludó de mano, con palmadas en la espalda, e incluso con abrazos a parte de los invitados, hubo también sonrisas y guiños de complicidad.
Luego de los honores a la Bandera y la entonación del Himno Nacional, a las 7:50 horas de la noche Carreras López subió a un amplio escenario, obviando el tradicional atril para presentar los detalles del informe a través de un formato moderno, en el que por última vez tuvo la oportunidad de enumerar y dar a conocer los logros de su gobierno, en un mensaje de una hora con 45 minutos.
El grupo que ocupó los primeros espacios dispuestos estuvo conformado por el gobernador electo; los representantes de los poderes en el estado; los exgobernadores, Horacio Sánchez Unzueta y Teófilo Torres Corzo; el titular de la FGE; Senadores; Presidentes Municipales; el rector de la UASLP; y funcionarios federales, entre ellos Gabino Morales.
El gobernador agradeció la presencia de todos ellos “por acudir en un nuevo horario”; también a su esposa e hijos; y a quienes lo acompañaron de manera virtual.
El mandatario estatal detuvo su monólogo en no muchas ocasiones, ante la vieja costumbre de apoyar con aplausos el discurso. La primera ovación de los asistentes tardó en llegar 20 minutos, de ahí fue interrumpido al menos ocho veces con la muestra solidaria, incluso él mismo pidió aplausos en varios momentos “para los temas que realmente valieron la pena”.
En su último informe de gobierno, las palabras de Carreras López se enfocaron en los logros y avances, a través de una presentación apoyada por gráficas e imágenes proyectadas en grandes pantallas, que pudieron apreciarse desde cualquier ángulo de la amplia sala; ahí expresó también un sinnúmero de agradecimientos.
Habló de los activos que deja su administración, de los avances en materia económica, de las reuniones diarias de seguridad, de la salud, la educación, la creación de empleos, la cultura, migración, el turismo y el deporte, la pobreza y la inclusión social, de los logros y los pendientes, todos ellos afectados de una u otra manera por la pandemia de Covid-19, evento que marcó el final de su gobierno.
Utilizó los últimos minutos de su informe para pedir apoyo al gobernador electo, Ricardo Gallardo Cardona, al nuevo Congreso del Estado, y a los presidentes municipales entrantes.
Finalmente, expresó que gastó “toda su saliva y todos sus zapatos, para obtener estos logros, con un gran deseo de salir adelante”, por lo que aseguró sentirse satisfecho con el trabajo que llevó a cabo; calificó, con voz entrecortada y con lágrimas en los ojos, como un gran honor haber servido a los potosinos, “nunca cambiará mi amor por San Luis Potosí”. Con este evento concluyó, para muchos, el sexenio de Juan Manuel Carreras López.
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