La diputada Emma Idalia Saldaña Guerrero aseguró que la iniciativa para incluir la eutanasia en la Ley General de Salud, presentada por diputados de Morena, PRI, PVEM, PRD y Movimiento Ciudadano, debe someterse a una amplia consulta por las implicaciones legales, morales, familiares y culturales que implica.
“Se asegura que obedece a un tema estudiado, a una demanda ciudadana y esta necesidad de que ya se pueda legislar al respecto; hay personas que ya están transitando en un padecimiento muy grave, una enfermedad que ya no les permite estar días soportando dolores, y será muy importante analizarla”.
La legisladora de Movimiento Ciudadano añadió que “creemos que se va a hacer un muy buen estudio, muy buen análisis y que podamos también las entidades federativas escuchar y estudiar cuáles van a ser lo que va a llevarnos a abordar este tema de la eutanasia”.
“Es muy importante escuchar las opiniones de todos porque estamos hablando también de una decisión de terminar con una vida, este arraigo familiar, los mexicanos tenemos este arraigo a la vida, apego muy grande a nuestra familia, nos duele muchísimo separar a nuestros seres queridos y a veces no es fácil”.
Saldaña Guerrero añadió que “debe haber un acompañamiento muy preciso a nuestros familiares porque a veces de padres a hijos y también los propios hijos muchas veces no queremos desprendernos de nuestros seres queridos, aunque a veces están en situaciones muy lamentables de salud”.
Hay que abrir, socializar este tipo de temas como la donación de órganos, que tiene que ver con salud y generalmente genera mucho conflicto. “Estuvimos acompañando esta campaña nuevamente de la concientización de la donación de órganos, porque tenemos muchas personas también en espera de órganos aquí en la entidad de San Luis Potosí”.
La iniciativa turnada a comisiones en la Cámara Baja establece que “legislar en esta ruta generaría los mecanismos para que los ciudadanos tengan elementos que les permitan tomar decisiones libres, incluso en la última etapa de la vida, lo que debe realizarse bajo la existencia de un marco legal que contemple la autonomía de las personas para elegir cómo terminar su vida, en caso de sufrir un padecimiento incurable y terminal”.
Establece el derecho de médicos y personal de salud de abstenerse de participar en el procedimiento “por motivos personales o de conciencia”, pero también asienta que las instituciones públicas de salud no podrán ser objetoras.
Incluye como supuestos para la eutanasia, a cargo de un médico titulado: sufrir una enfermedad terminal, agonía o padecer una condición médica irreversible, “entendido como la condición que, sin producir la muerte inmediata, genera dolor físico o sufrimiento emocional intenso, continuo o crónico, que limita el ejercicio de una vida libre y autónoma y que no responde a los tratamientos curativos disponibles al alcance del paciente”.