Las 36 hectáreas que abarcan las instalaciones de la Feria Nacional Potosina serán totalmente renovadas con el objetivo de convertirla en la mejor feria del país, actualmente se encuentran abandonadas, deterioradas y en proceso de pérdida total.
La mañana de este miércoles, el gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, realizó un recorrido por el lugar, donde constató las pésimas condiciones en que las dejó la pasada administración, que utilizó el evento solo para hacer negocios particulares.
El mandatario estatal afirmó que “se van a reconstruir y reacondicionar completamente las 36 hectáreas que corresponden al recinto, para así ofrecer un espacio de calidad a todas y todos los potosinos, además, las instalaciones serán utilizadas por el Sistema Estatal para el Desarrollo de la Familia, con la finalidad de ofrecer equinoterapias.
La mayoría de las instalaciones se encontraron destruidas, entre ellas la zona ganadera, el Palenque, la muestra gastronómica, el pabellón comercial y la mayoría de sanitarios, en donde los techos de lámina y lavabos están a punto de caer.
La FENAPO cuenta con las instalaciones más extensas en todo el país, donde el último patronato se encargó de operar negocios por más de mil 500 millones de pesos del recurso público durante los seis años, dejando las instalaciones abandonadas.
Las condiciones actuales de lo que debería ser un espacio orgullo de las y los potosinos son lamentables, las instalaciones de restaurantes están totalmente destrozadas, en la parte de antros está igual, es una feria devastada, que está destruida, pero la vamos a reconstruir para San Luis Potosí, vamos a hacer una feria nueva, una feria de verdad y de calidad.
Sus instalaciones sean rentadas para albergar eventos y espectáculos, remodelaremos las caballerizas para brindar equinoterapias a niñas y niños que lo requieran, además de que ahora la Feria del Automóvil se hará con la participación de la Secretaría de Finanzas y la Fiscalía General, dependencias que brindarán certeza jurídica en la compra y venta de autos.
No se descarta que, para revertir el abandono, varios de sus espacios puedan ser aprovechados para instalar oficinas gubernamentales.