Transitar en el ámbito de la enfermería ha sido relativamente fácil debido a que es una profesión que muchos consideran específicamente para la mujer, aunque es fácil toparse con médicos que subestiman a las encargadas de la salud y tampoco creen en ellas para ocupar cargos de poder.
Dalila Guadalupe García Andrade, enfermera del Hospital General de Rioverde con 17 años en la profesión, menciona que no ha sufrido vejaciones discriminatorias por su género, aunque sí se ha percatado que para la mujer es todo un reto poder ocupar puestos directivos, porque generalmente están destinados a los hombres.
Desde pequeña supo que se dedicaría a la enfermería debido a que su madre también lo fue y ahora, una de sus hijas, estudia en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP, para continuar con la cepa de servicio a la comunidad.
“Mi mamá fue enfermera del Hospital y yo ya traía el modelo de mi madre, ella estuvo en el hospital por 33 años, yo decido estudiar Enfermería como Técnico General en Rioverde, en ese entonces no había la licenciatura, posteriormente entré a trabajar. Lo hice a los 19 años, luego me fui a estudiar mi maestría y mi especialidad en el año de 2003. Me fui de mi tierra, porque no había la carrera en la Autónoma, empece como en el 2005, pero para ese entonces yo ya tenía la licenciatura”.
Menciona que como muchas familias humildes del país, tuvo que salir a trabajar desde muy temprana edad, porque el sueldo de su madre era bajo “lo que es enfermería, son sueldos bajos, anteriormente se consideraba un oficio en vez de una profesión, hasta que estuvo el presidente Felipe Calderón se hizo profesión enfermería y decidieron retabulizar, pero mi mamá ganaba poco, entonces yo no tenía oportunidad de pagar una licenciatura fuera del municipio, entonces estudie lo que mis papás me pudieran pagar, después yo me pagué la licenciatura”.
Aunque se pensaría todo lo contrario, en el ámbito en el que se desempeña laboralmente no se gestan tremendos actos de discriminación contra las mujeres porque se cataloga como un empleo de mujeres, aunque sí se ha percatado de que existen las clásicas grillas entre compañeros.
“A veces en el área médica, los doctores no valoran el conocimiento de la enfermera que a lo largo de los años hemos logrado, porque una cosa es lo que se aprende en la escuela y otra la que da la experiencia de los años. Al día de hoy como enfermeras tenemos mucho conocimiento, pero los médicos jóvenes no dejan que nosotros tengamos una opinión porque ellos creen que por ser los encargados conocen más, pero yo creo que es un conjunto de los dos, para que el paciente salga de su enfermedad”.
No ha padecido hechos discriminatorios pero si se ha topado con condiciones de desigualdad “como en todas las profesiones, la mujer se ve como el lado débil de la sociedad, por ejemplo los médicos hombres, los guardias, los directores, y como mujeres si tenemos restricción de expresarnos con ellos, de dar ideas, sí hay diferencias en el trato hacia la mujer, pero creo que es en todas las profesiones”.
Menciona que al paso del tiempo ha sentido que ya se incluye más a la mujer en la salud, pero también al hombre, porque los masculinos no eran invitados a los partos o a la atención de la mujer, ni en áreas de ginecología “la mujer siempre ha sido el pilar de esta profesión, es una disciplina muy bonita que da esa sensibilidad que amerita la profesión. En estos últimos años se pretende que den una mayor inclusión para todos”.
La etapa de contingencia sanitaria fue de enseñanza para todas las mujeres de la salud, que tuvieron que sacar la casta para atacar el Coronavirus que trajo consigo incertidumbre por la manera de tratar a los pacientes y de cómo actuar frente a la enfermedad.
“Como todos, viví una situación difícil pero en el Hospital General de Rioverde se vivió una crisis de recursos humanos y económicos, como es una enfermedad nueva, no teníamos las técnicas adecuadas, no sabíamos qué tan contagioso era el virus, cómo tratar los pacientes, tuvimos que aprender a usar los equipos de protección personal para todos, vivimos un tiempo difícil porque siempre se tiene la incertidumbre de llevarte el virus a tu casa, y contagiar a tu familiar más vulnerable. Yo le puedo decir, todos los burócratas se fueron, menos el personal de salud, a nosotros no se nos pudo cancelar la atención a los pacientes, sí hubo medidas para los trabajadores más vulnerables como mujeres embarazadas o inmunocomprometidos, pero todos tuvimos que venir a trabajar aunque fuera el Covid a sus inicios y a aprender, tuvimos cansancio físico y psicológicamente”.
Se encuentra atendiendo el área de Hemodiálisis donde atendían pacientes con Covid y afortunadamente no cayó víctima porque su preparación la ayudó, aunque muchos de sus compañeros no corrieron con la misma suerte “los demás se contagiaron y pagaron sus insumos, no había suficiente apoyo para todos, aunque esto nos impacta diario, sabemos que en San Luis Potosí estamos viviendo una situación difícil en cuanto a los insumos, a mí sí me impacta que haya falta de enfermeros, de médicos, de personal, que no haya camas, hay muchos temas”.
Es una mujer comprometida con el bienestar de la humanidad, empática y solidaria, su deseo de ayudar a la salud de las personas le ha llevado a seguirse preparando exitosamente, enfrentado barreras socioeconómicas con el firme propósito de contribuir al bienestar de otras, durante la pandemia realizó el Centro de Acopio para el material de protección al personal de salud, pues mientras este sector se encontraba en crisis, con la escases de material para protección y cuidado de su personal, y ante la ausencia de profesionales de la salud, tuvo que salir a buscar insumos de protección, contribuyendo al beneficio no solo del personal de salud, también impactando en el bienestar de la población de la Zona Media y sus alrededores.
Su labor no termina ahí, ya que el sector salud se encuentra devastado por esta terrible pandemia, y continua generando apoyo a la población, concentrando insumos básicos de curación para ayudar a quienes más lo necesitan, por todo este apoyo desinteresado que ha generado en una de las épocas más críticas para nuestro país, consideramos es necesario el reconocimiento al liderazgo y acciones en el ámbito de Salud.
Durante su trayectoria a pesar de que no forma parte del sindicato de Trabajadores y Trabajadoras, estuvo apoyando en las necesidades y derechos del personal de salud, como por ejemplo “con compañeros y compañeras que no cuentan con una estabilidad laboral, por medio de peticiones de manera escrita en busca de condiciones laborales igualitarias, justas y equitativas, dentro del ámbito de mi desempeño, a impulsarlos en su preparación profesional y personal mediante capacitaciones”
Creó la iniciativa “Contingencia Covid Rioverde” donde también compartía varios artículos informativos, preventivos y de formación para el apoyo a la población en contra del Sars-CoV-2 “estábamos asustados con esta nueva pandemia, pero como personal de salud no podía quedarme con las manos cruzadas, así que gracias a esta colecta y el apoyo recibido logré equipar al personal de salud y pacientes con: cubre bocas, goggles, y caretas para su protección”.