El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha tomado medidas urgentes tras el incidente ocurrido el pasado 3 de junio en la Catedral de San Luis Potosí, donde una persona con problemas de salud mental ingresó al templo y derribó una estatua policromada de San Pablo, que data de hace 200 años.
Hugo Cotonieto Santeliz, antropólogo encargado del Centro INAH en San Luis Potosí, detalló que el protocolo de conservación y restauración fue activado de inmediato. Personal capacitado del instituto se presentó en el lugar para realizar una valoración preliminar y asegurar la adecuada recuperación de los fragmentos de la escultura que sufrió daños considerables. Ambos brazos de la estatua, hechos de madera, se fracturaron; uno de ellos se rompió en tres piezas.
Cotonieto explicó que se hizo una recuperación minuciosa de todos los fragmentos, incluso los más pequeños, para utilizarlos en el proceso de restauración. Se estima que el daño total representa entre un 30% y un 40% de la escultura, con fracturas adicionales en la espalda que también requerirán tratamiento especializado.
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El INAH utilizará un seguro institucional para cubrir los costos de la restauración, dado que la persona responsable del daño padece problemas de salud mental, lo cual dificulta su capacidad para asumir los costos. El proceso de restauración incluirá limpieza, fijado, consolidación, adhesión de piezas, reintegración estructural y cromática, asegurando que la estatua conserve su valor y autenticidad.
Se espera que el proyecto de restauración, que deberá ser presentado y aprobado por el INAH, no tarde más de un mes en iniciar, gracias a que el instituto cuenta con un área de conservación y restauración local que facilita una revisión rápida y detallada del plan.
Este incidente resalta la importancia del trabajo continuo del INAH en la protección y restauración del patrimonio cultural y religioso, no solo en la capital, sino en todo el estado de San Luis Potosí. El antropólogo Cotonieto subrayó que es frecuente recibir solicitudes de restauración de arte sacro debido a siniestros o accidentes, y destacó la necesidad de coordinarse estrechamente con los sacerdotes y comunidades para mantener estos valiosos objetos en las mejores condiciones posibles.