La envidia y la venganza son las principales causas que motivan el que se lancen eficaces maldiciones y se hagan trabajos de magia entre las personas, buscando, que les vaya mal o que caigan en una mala situación o estado peor que el propio, aunque hay también quienes se sugestionan y en realidad no tienen algún maleficio.
Así lo explicó a El Sol de San Luis, el “Hermano Simón, el caballero Guadalupano”, brujo y curandero de Catemaco Veracruz con años de radicar en San Luis Potosí, quien destacó que las causas para hacer o mandar hacer trabajos de brujería son primero la envidia.
“Una persona envidiosa no quiere que otra prospere, la quiere ver peor que como ella está, otra causa es la venganza, sin embargo lo que más afecta es la confianza porque uno no sabe quién es el que está a su lado realmente”.
Añade que la magia negra entra en muchos aspectos de la vida cotidiana de las personas, “con maldecir a una persona maldita queda, si se hace con mala energía y fuerza, daña y perjudica al receptor”.
El hermano Simón destacó que contar las cosas o proyectos, puede despertar en su contra y sin saberlo, envidias y malas energías, “la envidia tiene el sueño muy liviano y ahí empiezan las cosas negativas, por uno comentar sus proyectos lo que se piensa hacer, la recomendación es hacer las cosas en lo más callado que se pueda, con lo máximo de discreción, y cuando ya lo vean, que ya esté hecho fundado y establecido con bases firmes y fuertes para que no lo puedan derrumbar”.
El hermano Simón, quien se define como parasicólogo, con estudios y amplia experiencia en lectura de cartas, sanador de males puestos, limpias, brujerías malas vibras, limpia de casas, terrenos, compra y venta de productos esotéricos, conjuros y rituales, comenta que no sólo en San Luis Potosí estos servicios son de alta demanda, sino en prácticamente “todo el mundo”.
“Las personas vienen por tres clases de problemas, el principal es por situaciones a nivel familiar y eso trae depresión, nervios, estrés y ansiedad; el segundo motivo es por fallas económicas, el fracaso inexplicable; y el tercero es porque muchas veces han tenido alguna enfermedad que no ha sido curada con la ciencia médica, hay muchas cosas que en lo negativo influyen para que una persona no pueda sanar”.
Para saber exactamente cuál es el mal y el grado de éste en el consultante, el hermano Simón comienza por hacer una entrevista personal para hacer un estudio-psicoanálisis y saber qué tiene la persona, cuál es la causa o el problema que viene atravesando.
“Posteriormente se somete a un proceso de oración espiritual, y ya vemos si es necesario darle algunos baños, riegos, inciensos, jabones, o algo esotérico para que limpie y purifique su cuerpo, su casa, su negocio, etc”.
Sin embargo por muy buen sanador que sea un brujo, hay cosas que no pueden solucionarse, “es donde debe tenerse la ética para decirle a las personas hasta dónde se llega como sanador y si puede o tiene la capacidad o no para hacer algún trabajo, y si es algo paranormal hay qué decirle a la persona y si es normal es decirle que busque la ayuda por otro lado”.
Comentó que hay personas que llegan con estrés, ansiedad, depresión, etc, “ellos creen que es por algo que les hayan hecho y se atormentan, agarran como una psicosis y ellos mismos se trauman, estas personas lo que deben hacer es ir con un especialista en su rama”.
Y si al analizar a la persona se descubren síntomas de algún trabajo de magia, debe decírsele a la persona qué tipo de trabajo tiene, si puede sanarse, cómo y en cuánto tiempo, que por lo regular es en alrededor de tres semanas.
Sobre cómo diferenciar una persona con los conocimientos para sanación de malas energías de una charlatana, el Hermano Simón dijo que es difícil darse cuenta hasta tratar con ellas.
Dijo que para ser un buen sanador debe estudiarse, leer, aprender a interpretar el significado de las cartas, aprender a escuchar, analizar, ver y leer el aura espiritual de las personas, las líneas de la mano, y otras mancias, “estos conocimientos primero se estudian y con el tiempo se adquiere practica”.
“Uno aprende a ver y a analizar a una persona cuando traen un síntoma paranormal, o trae algo que lo está dañando, una mala energía, una mala influencia un trabajo que le hayan hecho, si lo hay uno debe decirle y demostrarle a la persona que sí se va a recuperar”.
Sobre los trabajos más fuertes con que se ha topado, el Hermano Simón describió como lo más fuerte la posesión de demonios, la transformación, y la levitación por posesión de demonios.
Dijo que ese estado en las personas, es enviado la mayoría de las veces por alguien que las mandan a hacer porque así lo desea ver, dijo que es difícil que alguien por si sólo sea poseído por un ente maligno.
Por otro lado narró, que hay personas que tienen fuerza de vista, y con eso dañan un niño le hacen mal de ojo, tocan una planta y la seca, o un animalito y se muere, en estos casos se trata de dos tipos de personas, una es transmisora o poseedora de una fuerte energía negativa para dañar muchas veces de manera inconsciente o sin proponérselo, otras buscan como adquirir esa mala energía para con alevosía y ventaja dañar a otros.