El Club Rotario de San Luis Potosí entregó el techado malla sombra y pasto sintético, colocados en el jardín interior del Centro de Asistencia Social Ebenezer, en beneficio de 20 internos con discapacidades severas, de entre nueve 9 y 38 años de edad.
El presidente del Club, Rafael Gerardo González Monjarás, hizo entrega de la obra culminada a la directora del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, Virginia Zúñiga Maldonado.
Ahí, González Monjaraz destacó la estrecha relación que tienen con las autoridades y el trabajo en conjunto que llevan a cabo el DIF Estatal, “es de tal manera que hacemos que las cosas sucedan, formando equipo”.
“Esta es la labor de los Clubes Rotarios, servir para cambiar, cuando nosotros cambiamos nuestra manera de pensar y deseamos ayudar, es cuando nos convertimos en verdaderamente rotarios, esperemos que nunca se apague la llama del servicio”.
Tenemos, precisó, 36 mil 800 clubes en el mundo, en el distrito al que pertenece San Luis Potosí son 70, “este 2022 es año rotario, porque todos han aportado y San Luis también ha estado entregando obras, apenas ayer estuvimos en el Hospital Materno Infantil y entregamos equipo de encefalogramas de amplitud integral”.
Los niños en este lugar requieren atención y se necesita de una verdadera vocación para atenderlos, dijo, “lo que se hace aquí, que por fuera luce como cualquier otra pero por dentro es una casa muy especial, llega directamente al corazón”.
Por su parte, Zúñiga Maldonado confirmó que el Centro de Asistencia Social Ebenezer es un organismo público descentralizado del DIF Estatal que atiende a 20 personas con diferentes tipos de discapacidad.
Se le brinda, añadió, albergue y atención integral desde el punto de vista de rehabilitación médica y recreativa, son personas bajo el resguardo del estado por diferentes situaciones, “ellos ya viven en esta casa y aquí se les da todo lo que requieren para su vida diaria, desde el punto de vista de asistencia social”.
Finalmente resaltó que se contemplan todas las necesidades que ellos pueden, “aquí tenemos niños desde los nueve y hasta a los 38 años, ya que, aunque los requisitos de ingreso marcan una edad máxima de 18 años, muchos de ellos se han institucionalizado pues toda su vida han estado aquí y no tienen a dónde ir”.