Al ritmo del acordeón, el Güiro, la guitarra y las tarolas, Erik, Gustavo y Juan Manuel llevan el sonido de la cumbia a cada rincón de la ciudad. Con sus instrumentos bajo el brazo, transitan dejando la melodía de esta cadenciosa música colombiana a los oídos de los barrios más populares de San Luis, y ¿por qué no?, a los sobrios sitios donde el silencio clama por algo de esta “sabrosa” cultura musical.
Originarios de las colonias La Libertad y Estrella de Oriente, su entusiasmo e interés por la cumbia rebajada de Monterrey los uniría, donde emprenderían la búsqueda de clases musicales, para conocer un poco más de este género que ha marcado territorio dentro de México.
Así pues, Erik, maestro de música y actualmente estudiante de ingeniería en la UASLP, le enseñaría a Gustavo a leer partituras y a tocar los instrumentos más tradicionales de la cumbia.
Posteriormente conocería a Juan Manuel, músico y guitarrista desde hace ya tres décadas. Un apasionado de la cumbia y su historia. Música que dejaría una semilla tan grande en su conocimiento que su fruto le ha permitido que hoy pueda interpretar a través de su instrumento y su voz, las canciones y melodías más conocidas de las bandas más representativas de este género. Juntos son dinamita, el sabor y el ritmo, lo llevan en la sangre y en la música que interpretan. Cuando la gente les escucha, es casi imposible no dejarse llevar por su envolvente sonido, y moverse a la par de la letra de “Tus Jefes no me quieren”. “Siempre nos ha gustado la música, pero la cumbia es nuestra vida. Nos encanta tocarla y estudiarla. Es un género y estilo musical que nos llena de gozo y alegría, y que sabemos, que a muchísima gente le encanta”.
OYE MI CUMBIA
Y es así, que todas las mañanas se preparan para dar un gran concierto, pues estos tres músicos desde muy temprano se organizan y practican antes de salir a su escenario más grande: la calle.
Seis horas al día entre caminatas y algunas subidas al camión, es el tiempo estimado que dedican a ser unos artistas musicales de lo urbano.
“La gente se emociona cuando nos escucha llegar, baila y canta en sintonía con nuestra música. Les “vibra” nuestro show, tocamos con el alma y con el corazón”.
“La cumbia te mueve, te hace feliz, emociona. Y creo que cada persona que nos ha escuchado así se siente”. “Casi no tocamos ballenato, es más complicado, requiere de muchos arreglos. Preferimos las cumbias, son más sencillas”
De las “rolas” más solicitadas a esta agrupación se encuentran clásicos como “Cumbia sobre el río” de Celso Piña, “Tierra mala” y “Mentiras”, “También tocamos canciones de la autoría “Tropa Colombiana”, de Lisandro Meza, Policarpo Calle y Alfredo Gutiérrez.
Su experticia y su carisma interpretando cumbias, los ha hecho merecedores del más importante reconocimiento a su trabajo musical; el que la gente les reconozca, baile con ellos y que con toda la gratitud de haber pasado un grato momento, les otorgue una propina que les ayude a subsistir en su día a día. Las personas son muy generosas, aprecian lo que hacemos y lo más importante, es que lo disfrutan. Es raro ver que alguien se moleste porque toquemos música, al contrario, a partir de ello nos ha salido trabajo para fiestas y eventos privados, cosa que agradecemos", comentaron.
SENDERO COLOMBIANO
El nombre de esta agrupación marca la ruta del empeño que le ponen a cada interpretación que realizan. “Sendero Colombiano” nació hace cinco años, después de que su interés por la música colombiana los uniera.
De ello, surgieron las ganas de vivir y sobrevivir de la música que aman, esa, que les ha dado infinidad de gratificaciones.
“El nombre nació después de llevar muchos años tocando, algunos familiares nos sugirieron el nombre y fue entonces que decidimos salir así a la calle, presentándonos como Sendero Colombiano".
"Y así nos sentimos, como si fuéramos en un sendero repleto de melodía, de baile, de gozo, disfrutando la letra y la música de los más grandes de este género. Se siente bonito ver cómo las personas lo disfrutan, cómo esta música los deja felices, como si quisieran irse bailando toda la ruta del camión, o bien levantarse de su mesa a bailar para acompañarnos. Es grato darnos cuenta que este trabajo musical nos ha unido con bastante gente que agradece que les llevemos un instante de alegría a sus vidas.
Y como la “morena que se pasea”, al ritmo de Policarpo Calles, estos tres músicos bailan y raspan el Güiro; con el acordeón como guía y la guitarra como marcaje del ritmo, así la “Cumbia campesina” se escucha en las diferentes rutas del camión, donde la gente ya les reconoce y hasta les hace un espacio para que su performance tenga un escenario digno, equiparado al talento que estos músicos poseen.
Leer más de El Sol de San Luis