Menos afluencia de gente se observó dentro de la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 en los diferentes puntos donde se aplicaba el biológico, ya no había las largas filas que se percibieron durante el suministro de la primera dosis de los de 40 y más.
Lo primero que se observa al llegar a las calles principales del municipio de Soledad de Graciano Sánchez es que están los elementos de la dirección general pública municipal, dando indicaciones de la forma para llegar al centro de vacunación.
Ya ubicando los sitios oficiales se hace más fácil el acceso y salida de los centros de vacunación, sobre todo al haber poca gente interesada en el proceso.
Incluso los procesos de vacunación se notaron más relajados, la primera figura que se asoma dentro del proceso de vacunación son los Servidores de la Nación, que casi siempre malencarados y con malos modos atienden a los que confían en esta medida de prevención.
Revisan exhaustivamente la documentación que habrán de entregar para la vacuna, pero ya se les olvida tomar la temperatura y suministrar gel antibacterial; y qué decir cuando se mostraban serviciales y hasta agüita regalaban a los que estaban parados bajo los intensos rayos del sol.
Tampoco saben guardar la sana distancia que usualmente solicitaban a todo aquel que visitaba los puntos de vacunación. Hasta el ejército humano del Gobierno Federal se relaja contra el coronavirus y permitía que la ciudadanía se moviera desorganizada en los centros de vacunación.
Hombres y mujeres se aprovecharon de la poca organización que había en la escuela primaria Pedro Montoya Soledad de Graciano Sánchez, porque se metían por la parte trasera de la escuela y no por la entrada principal.
Tampoco se observaba la imponente presencia de elementos de la Guardia Nacional que siempre vigilantes impedían que la gente sacara sus celulares para tomar testimonios de esta difícil etapa sanitaria en la historia mundial.
En los puntos de vacunación, ahora las enfermeras entendieron que es mejor ir a vacunar a las personas y con un puñado de jeringas se dirigen a pequeños grupos de diez y empiezan a aplicar la vacuna.
También se veía a las enfermeras más relajadas y hasta bromeaban con la gente, ya que muchos llegaban con el nerviosismo característico por el pinchazo de la aguja y por las reacciones que pudieran detonarse de este fármaco.
Terminando la aplicación de la vacuna, el personal médico pide la firma de los beneficiarios de la vacuna y dar la indicación de mantenerse en reposo en el patio de la institución educativa.
Al llegar al área indicada no hay orden, simplemente el que uno defina. Ya no están los servidores de la nación ni tampoco los de la Guardia Nacional vigilando este proceso, así que muchos ciudadanos hacen lo que quieren ahí. Los hay quienes no tienen tiempo y deciden no esperar los 30 minutos reglamentarios para observar cualquier reacción. También están los que si se esperan 15 minutos para esperar cualquier situación adversa derivada de la vacuna de AstraZeneca, algunos que acuden en pareja o en familia no guardan los protocolos de sanidad.
Tampoco se percibe la custodia de los de la Guardia Nacional, aunque a las afueras de la institución sí se veía el imponente vehículo militar en el que se suelen trasladar.
Ya pasado el trago amargo para algunos, solo quedaba esperar las reacciones de la segunda dosis de la vacuna contra coronavirus para las personas de 40 y más, algunos reportaban mareos, vómito, dolor de cabeza, diarrea, dolor en el brazo, entre otros.
Por motivos desconocidos, las autoridades de sanidad del Estado, decidieron aperturar el sábado la Feria Nacional Potosina, FENAPO, y ahí atender a quienes no han encontrado la oportunidad para salir a vacunarse en su segunda dosis.