Alrededor de 300 jóvenes se encuentran bajo supervisión del Centro de Reeducación por haber cometido algún delito, informó Concepción Guadalupe Nava Calvillo, titular de la Dirección General de Ejecución de Medidas para Menores.
De acuerdo con la gravedad de los delitos que cometen, los jóvenes infractores pueden recibir una medida en internamiento o en libertad. Para el caso de delitos considerados no graves, como lesiones o robo sin violencia, se aplican medidas en libertad que puede ser obligación de estudiar, trabajar, hacer un servicio a la comunidad o no juntarse con determinadas personas, atender sus adicciones, así como no salir de su ciudad o del país.
Nava Calvillo indicó que el Centro de Reeducación se encarga de vigilar que esos jóvenes cumplan con la medida en libertad.
Actualmente hay alrededor de 300 jóvenes bajo esta condición, entre los que también se encuentran algunos que estaban en internamiento, pero se les dio el beneficio de salir antes por buen comportamiento.
Explicó que estos jóvenes tienen la obligación de acudir cada mes al Centro de Reeducación para presentar su evidencia de cumplimiento, y en caso de no ser así, se cuenta con supervisores que acuden al domicilio para verificar porqué no han acudido, “si no se reportaron hay que ir a sus casas, dejarles un citatorio, hablar con la familia, saber qué está pasando, porqué incumplen, citarlos para que den la explicación de porqué no se han presentado”.
Finalmente, destacó que “todos los tratados internacionales” señalan que es más aconsejable la libertad que el internamiento para que los jóvenes infractores tengan una reinserción social.
El Sol de San Luis