Restauranteros han detectado personal que "infla" las cuentas de los comensales, indicó Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Luego de los casos que se han evidenciado a nivel nacional, donde comensales se topan con cuentas "infladas" en restaurantes, Kasis Chevaile reconoció que también ocurre en San Luis Potosí, aunque aseguró que no es por "política" de los establecimientos.
Señaló que ya se han detectado casos en los que meseros junto con personal de barra y en ocasiones los mismos capitanes, están coludidos para incurrir en malas prácticas y obtener un beneficio personal.
La manera de operar que han detectado es la siguiente: "se dan cuenta que la gente anda medio alcoholizada, les agregan productos a la cuenta y posteriormente a la hora de que pagan en efectivo, dan de baja esos productos, entregan la cuenta correcta al restaurante y el diferencial se lo quedan ellos".
Explicó que los dueños de los restaurantes han detectado esta práctica gracias a que el software envía alertas cada vez que se abre una cuenta, y aunque es normal que esto ocurra porque los comensales cancelan un producto o no les llega algo que pidieron, se pueden identificar movimientos intencionales del personal para cobrarles "de más".
Debido a ello, recomendó a los comensales que procuren hacer sus pagos con tarjeta, ya que así el dinero se va directo al restaurante, de manera que al personal ya no le conviene inflar las cuentas.
Insistió en que este tipo de prácticas no son propias de los establecimientos, ya que de hacerlo corren el riesgo de que los comensales se den cuenta y sólo ganarían mala fama, que resulta más costosa que lo que se pueda obtener "inflando" cuentas.
Agregó que cuando se detectan estas malas prácticas, se despide al trabajador, sin embargo lamentó que entonces se enfrentan a demandas laborales que se ven orillados a pagar por la cantidad de requisitos y trámites que deben realizar para probar la falta cometida, "hay que pedir que vaya el comensal como testigo y una serie de cuestiones, y sale más caro el caldo que las albóndigas". Por ello pidió apoyo a las autoridades laborales en estos casos.
Finalmente, Kasis Chevaile indicó que cuando un restaurantero pide referencias de alguna persona, se le hace saber si es que incurrió en este tipo de prácticas para evitar que sea víctima de la mala fama que le puede traer, y aclaró que así como hay personas deshonestas, "también hay meseros de excelente calidad" por quienes se "pelean" los restaurantes.