El Investigador de la División de Ciencias Ambientales del IPICYT, Ernesto Iván Badano, dio a conocer resultados de la investigación experimental en Sierra de Álvarez respecto a la afectación de encinos por cambio climático, con la que se puede concluir que en las próximas décadas habrá menos germinación de bellotas y que las plántulas (primer estado de un árbol) que surjan tendrán mortalidad mayor, lo que podría provocar la desaparición local de 2 a 3 especies de encinos.
Explicó que el Cambio Climático es un fenómeno irreversible y la intensidad del mismo dependerá de las acciones que emprendamos para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero ya que, “mientras menos se reduzcan las emisiones mucho, más dramático será el cambio para las especies de árboles en todo México”, detalló.
El especialista en Ecología Forestal explicó que los experimentos en Sierra de Álvarez pretender reflejar lo que pudiera suceder en el futuro con los encinos de todo el país. “Establecimos unidades experimentales donde simulamos las condiciones de cambio climático, las que incluían cámaras de techo abierto de acrílico para aumentar la temperatura y refugios de lluvia para disminuir la precipitación a niveles predichos para mediados de este siglo”, indicó el Investigador del IPICYT.
Ernesto Badano se pregunta: ¿qué va a pasar con nuestros bosques? Según los resultados experimentales, las condiciones ambientales en los próximos 30-50 años van a ser tan adversas que las plántulas no van a poder reclutar e incorporarse a la población de árboles adultos. En otras palabras, va a haber menos “nacimientos” de árboles y estos individuos jóvenes van a morir con mayor frecuencia, en comparación con lo que ocurre bajo el clima actual.
Explica que esto cambiará los patrones de diversidad de encinos en México, donde esos cambios van a estar dominados por extinciones locales de especies. Así, en muchos casos, no habrá otras especies de árboles que reemplacen a las que se extingan, lo que puede provocar la pérdida de servicios ambientales importantes para los humanos, como la provisión de agua dulce, la fijación de carbono y la depuración atmosférica, entre otros servicios que actualmente nos proveen estos bosques.
En Sierra de Álvarez, el Investigador agrega que van a pasar dos cosas determinantes:
- 1.- Las bellotas, que son el fruto que contiene a las semillas de los encinos, germinarán menos en escenarios de cambio climático porque “serán parasitadas con mayor frecuencia por insectos, perdiéndose hasta el 80% de ellas. Así, una gran cantidad de los propágulos de encinos se van a perder debido a que se incrementará la tasa de parasitación”, explica.
- 2.- Otro efecto es la desecación, ya que las bellotas tienen que germinar de manera casi inmediata porque son semillas recalcitrantes (pierden su capacidad de germinar a medida que pierden agua). Si las ponemos en un escenario donde llueve menos y hace más calor, su capacidad germinativa va a disminuir. Así, además de ser más depredadas por insectos, aquellas que no sean parasitadas van a desecarse con mayor intensidad.
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