Desconoce la Directora General del Colegio de Bachilleres, COBACH, Marianela Villanueva Ponce, que en el plantel 08 de Xilitla impiden el paso a alimentos que lleven los alumnos para que éstos compren en cooperativas, no importando la crisis financiera de muchos de ellos. Afirmó llevarse de tarea este asunto e investigarlo, de comprobarse podría emitir sanciones contra sus funcionarios.

Prometió investigar la denuncia que han hecho madres de familia del Plantel 08 en Xilitla y calificó de irregular esta situación que no es avalada por su dirección. Afirmando que no se les puede prohibir llevar alimentos y muchos menos obligarlos a consumir los productos que se venden en la institución, por lo que se pondrá especial atención a la queja que salió desde la Huasteca Potosina.

“Por supuesto que de ninguna manera puede prohibírseles a los jóvenes entrar con sus propios alimentos a la escuela, de hecho en muchísimos lugares todos llevan sus lonche o en algunas comunidades todavía se tiene la costumbre de que las mamás les llevan el refrigerio, hasta en la preparatoria, y les digo a mis muchachos, creo que ya es necesario que dejen a sus mamás descansen de que les traigan los alimentos y hasta les digo, ustedes tráiganselo desde temprano”.

Asimismo expuso que cada año se emite una convocatoria pública para la tiendita al interior de los diferentes planteles, y a la mejor propuesta en cuanto a los alimentos que propongan y los costos se le entrega.

Además se les hace hincapié sobre evitar platos desechables o de plástico en la cooperativa, deben de ser biodegradables, aunque en algunos están prohibidos los PET y se buscan otras opciones, esto para disminuir la basura que se genera en cada unos de los 69 centros educativos con los que contamos.

Se ha expuesto que la directiva de la institución los obliga a que adquieran sus alimentos desde la cooperativa, ahí les prohíben llevar su propio almuerzo a los jóvenes para que adquirieran los productos que en muchas de las ocasiones resultan muy costosos.

Una de las medidas que se denunció es que hasta colocaron una puerta para impedir que los jóvenes salgan a la calle a comprar o a tomar el desayuno que religiosamente les llevan sus madres.