Como seres humanos estamos ante una circunstancia inaudita, algo fuera de lo común y que nos obliga a cambiar nuestra rutina como es la cuarentena. En circunstancias de una sana convivencia el encierro es difícil y si aunado a eso hay violencia intrafamiliar, la situación es verdaderamente complicada para quienes la padecen.
La Organización de las Naciones Unidas y Asociaciones Civiles han alertado sobre el incremento de la violencia contra las mujeres, por eso es muy importante que las autoridades no bajen la guardia y quienes tenemos alguna responsabilidad ya sea desde el legislativo o el ejecutivo, estemos al pendiente de las mujeres que ante estas circunstancias se encuentran más vulnerables.
La preocupación es sustentada ante el incremento de la violencia intrafamiliar y por las mujeres que durante esta cuarentena tienen que estar encerradas con su agresor.
De acuerdo al refugio “Espacio Mujeres para una Vida Digna Libre de Violencia” en condiciones habituales los días lunes reciben más llamadas por agresiones en el hogar, las cuales ocurren el viernes, sábado o domingo. Su conclusión es que las denuncias se realizan una vez que el victimario no está en casa. Basados en esa teoría, la situación con las mujeres que sufren violencia es más complicada porque ahora el victimario tiene que permanecer en casa ante la pandemia del Coronavirus.
Por su parte el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México se registró un aumento de 24.5 por ciento en los reportes de violencia familiar. De 24 atenciones que dieron entre el 14 y el 25 de marzo, 66 por ciento corresponden a violencia física; 22 por ciento, psico-emocional; 5 por ciento, sexual; 3.5, económica, y 3.5, patrimonial.
Ante esta situación estoy de acuerdo que el Instituto de la Mujer en el Estado continúe brindando sus servicios psicológicos y jurídicos a través del número 911 y que esté habilitada la Línea Telmujer. También que se hayan instalado guardias en la dependencia para las mujeres víctimas de violencia que lo requieran, puedan obtener el servicio siempre y cuando la contingencia sanitaria por el COVID 19 lo permita.
El acompañamiento jurídico o psicológico en la vía telefónica o directamente presencial es importante.
La cuarentena para las mujeres que viven violencia en sus hogares representa un grave peligro por ello es responsabilidad tanto de las autoridades como de la sociedad civil ofrecerles respuestas y condiciones para una mejor calidad de vida, libre de violencia.