En los últimos 20 días, dentro del periodo de cuarentena y de manera constante, se ha detectado una nueva modalidad de intento de fraude mediante supuestos bonos que van desde 5,000 hasta 25,000 pesos de tiendas de cadenas comerciales e incluso, del gobierno federal.
De igual forma se registró un repunte en la entidad potosina en intentos de extorsión telefónica por parte de personas o grupos delincuenciales haciendo uso de números telefónicos locales, sin que los autores se encuentren en la entidad potosina.
De acuerdo con el Director de Tecnología en Seguridad Pública y C5-i2, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Ricardo Galindo Ceballos, en el caso de los bonos cuyos mensajes circulan incluso por whatsapp, las cadenas comerciales involucradas han desmentido y en conjunto emiten una alerta a la población sobre la falsedad de la supuesta ayuda.
El robo de datos mediante esta modalidad es cuando se pide a las personas llenar un formulario que deben enviar para que se les deposite el apoyo, al abrir el vinculo para el formulario en automático los autores roban los datos de las víctimas.
“Nosotros estamos en contacto directo con los centros comerciales, más aun con lo de la pandemia, incluso nos reunimos para coordinar acciones de seguridad y en esta reunión verificamos que ninguna de ellas esta dando bonos, lo que hacemos nosotros es emitir alertas, lo que buscan con esto es el robo de identidad y de datos importantes”.
En el caso de las extorsiones, a través del sistema de monitoreo, vigilancia y denuncia ciudadana, se detectó un periodo en que se incrementaron fallidos intentos de extorsión vía telefónica.
Con la facilidad de adquirir chips con números de ciudades diferentes, se facilita a la delincuencia hacer creer a las víctimas que se encuentran en sus ciudades cuando no es verdad.
“Las personas que reciben estas llamadas al ver que se trata de un numero local contestan, sin embargo en estos intentos que resultaron fallidos, los delincuentes utilizaron métodos antiguos como el que tienen al niño, niña, joven o esposa llorando al otro lado de la línea telefónica, pero no contaban con que por la cuarentena las familias generalmente se encuentran reunidas por lo que las extorsiones no tuvieron éxito”.
La población denunció y se detectaron tres números de teléfono de los cuales se hicieron varios intentos en un corto periodo, al denunciar las potenciales víctimas identificaron que se trataba de una extorsión porque estaba reunida la familia. Los números de donde se realizaron las llamadas se reportaron y ya fueron desactivados.