Con una Misa Exequial muy emotiva en la que enlistó las virtudes, dones, cualidades y carismas del Pbro. Antonio García Rivera, presidió la celebración Eucarística el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien afirmó en su homilía, que el Padre Toño, hizo de su vida un Sacramento, pues jamás cerró la mano, al estar siempre dispuesto a trabajar por el bien de los demás, viviendo su Sacerdocio como un gran don, haciéndola hasta de peón y de albañil para construir o ampliar Templos parroquiales, pues él no fue un Sacerdote de escritorio.
Recordó el jerarca católico, cómo fue que en San Juan de Guadalupe construyó Casas Parroquiales, salones para Catecismo, auditorios, áreas de diversión para los niños y adolescentes sumergidos en las drogas y el alcohol.
“Pasó su vida haciendo el bien, fue ungido por el gran amor del Señor, ese amor que salva y santifica, pues vivió las Bienaventuranzas en plenitud. Se deshizo de todo, para que le llenara el amor de Jesús. Vivió la pobreza pero enriqueció la vida de ustedes”. Señaló Mons. Cabrero a los pocos fieles que pudieron estar presentes en la Parroquia de San Juan de Guadalupe, pues debido a la contingencia sanitaria, sólo estuvieron familiares directos y Sacerdotes y colaboradores muy cercanos al Padre Antonio García Rivera.
“Gracias a Dios por darnos un ejemplo de vida. Su obra la sembró en el corazón de ustedes y su obra fructificará. Su vida fue un regalo de Dios para los demás. Se desvivió en su vocación Sacerdotal”.
Posteriormente leyó la Biografía del Padre Antonio García Rivera, recordando que ya celebrará sus Bodas de Oro Sacerdotales el 25 de Agosto del 2020 en el Reino de Dios, acompañado de todos sus Santos y Ángeles.
La llegada del cuerpo y la despedida fue muy emotiva, pues Sacerdotes y fieles encabezados por el Arzobispo le aplaudieron por más de 5 minutos al que ahora ya goza de la presencia de Dios omnipotente y misericordioso.