El incremento de la comercialización en línea ha hecho mucho más fácil para los delincuentes el cometer fraudes digitales, por lo que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) emite algunas recomendaciones para evitar caer en este tipo actividades.
Para empezar, es importante revisar que los sitios de internet que son de nuestro interés siempre comiencen con “https”, sobre todo aquellos donde realizamos compras, y del lado izquierdo debe aparecer un candado que indica que es un sitio seguro y auténtico.
Al momento de realizar una compra en tiendas on-line (en línea), es recomendable revisar los comentarios que otros usuarios hacen en sus redes sociales o dentro de la misma página, para conocer la experiencia de otras personas y si es que llegaron a tener algún problema con el proveedor o el producto.
Es importante solo ingresar los datos de nuestra tarjeta en páginas seguras, o, preferentemente utilizar la tarjeta digital al momento de la transacción. Evitar realizar transacciones desde conexiones a internet poco seguras, como redes de WiFi abiertas o públicas. Y, sobre todo, no responder correos o mensajes sospechosos, de remitentes desconocidos.
Cuando queramos acceder a la página de nuestro banco hay que evitar hacerlo desde un buscador de internet. Tampoco es recomendable acceder a nuestra banca digital desde dispositivos ajenos o públicos.
En caso de nuestro banco ofrezca alguna herramienta de seguridad gratuita, es aconsejable que la instalemos en nuestro dispositivo, para evitar ataques con un malware.
Cabe destacar que, si utilizamos la banca desde nuestro celular, pero la aplicación empieza a ser lenta o falla con frecuencia, es posible que tengamos instalado un software malicioso. En ese caso, se debe borrar la app y volverla a instalar.
Finalmente, un buen hábito es revisar de forma regular los movimientos de nuestra cuenta y tarjeta, así podremos detectar a tiempo alguna transacción desconocida.