Preocupa que los ayuntamientos vean al sector transportista como un negocio en lugar de reconocer el esfuerzo que realizan por conservar los empleos, señaló Raúl Torres Mendoza, consejero nacional de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC).

Luego de que el Ayuntamiento capitalino aprobó eliminar los descuentos en multas de tránsito por faltas consideradas graves, Torres Mendoza indicó que para el sector transportista no representa ningún cambio, ya que desde el año pasado ellos dejaron de recibir descuentos en las infracciones por circular fuera de horario en la mancha urbana.

Mencionó que el gremio tiene reuniones cada tres semanas con el Secretario de Seguridad Pública municipal, y que le han pedido que el Ayuntamiento vuelva a expedir los permisos para la circulación de transporte pesado, ya que hasta ahora sólo se les ha informado verbalmente cuáles son los horarios en que pueden circular.

Precisó que los permisos no significan que el transportista pueda circular a la hora que quiera, sino que en ellos vienen establecidos los horarios; también han solicitado que al menos se coloque señalética en la ciudad para dar a conocer dichos horarios, sobre todo a los transportistas foráneos, pero no han tenido respuesta ni para los permisos ni para la señalética.

Explicó que esto ha derivado en que de manera recurrente haya transportistas multados por circular fuera de horario, y las sanciones son por 5 mil 700 pesos sin derecho a descuento porque es considerada falta grave; señaló que en al menos el 80% de los casos, los transportistas cubren de inmediato la multa, ya que si les quitan las placas en garantía de pago, al acudir a otro estado corren el riesgo de recibir otra multa más, además del decomiso del tractocamión, y en lugares como la Ciudad de México, el Estado de México y Puebla, pueden recibir sanciones de 25 mil pesos más otros 12 o 15 mil pesos por el arrastre de la unidad cargada de mercancía.

También cuestionó porqué sí se permite que los camiones repartidores de refrescos, cerveza, leche y agua embotellada circulen por la mancha urbana a cualquier hora a pesar de que son de grandes dimensiones, con la justificación de que tienen que entregar sus productos a las tienditas, pero a los transportistas que también tienen que entregar mercancía a las empresas, se les restringe el horario.

Torres Mendoza destacó que además de generar empleos directos, los transportistas contribuyen a la economía municipal a través del impuesto que se cobra en los combustibles, mismo que es dispersado a los municipios para obra pública, por lo que lamentó que aún así, los ayuntamientos -en toda la República- sólo ven al sector como un negocio del que pueden obtener dinero mediante multas.