El suicidio es una conducta poco entendida, puede estar relacionado con distintos trastornos

Es muy importante reconocer los elementos históricos de una persona, en materia de impulsos

Patricia Calvillo | El Sol de San Luis

  · jueves 22 de diciembre de 2022

Cortesía | UASLP

El suicidio es una conducta poco entendida, y aunque se ha atribuido a la depresión, puede estar relacionado con distintos trastornos de la personalidad, asevera Jaime Sebastián F. Galán Jiménez, jefe de la División de Posgrados de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP.

A su consideración existe un mito urbano, de que las personas que se van a suicidar no avisan, “aunque los estudios que se han venido dando en suicidología, se ha encontrado que por el contrario, siempre hay avisos y señales. Y normalmente, una persona que ha tenido un intento de suicidio, probablemente tenga varios intentos más, hasta lograrlo en algún momento”.

En el caso de las señales, pueden presentar estados maníacos previos a está terrible decisión, como las alteraciones del sueño o las personas que pueden llevar uno o dos días sin dormir “esas son señales de alerta, por lo que se recomienda acudir inmediatamente con el psiquiatra”.

En las investigaciones se sabe que aunque se ha atribuido a la depresión, el suicidio puede estar relacionado con otros trastornos de la personalidad como el trastorno límite o el trastorno afectivo bipolar.

“Es por eso, que es muy importante reconocer los elementos históricos de una persona, en materia de impulsos; las personas que tienen mayor riesgo de lograr un acto suicida, han tenido ciertas señales de alerta como accidentes por exceso de velocidad, decisiones abruptas y poco congruentes”.

De igual manera, puede presentar estados maníacos o alucinaciones, “puede llegar a tener momentos en que se desconecta de su realidad social, económica, laboral. Todos estos son avisos de que puede haber una patología subyacente; muchas veces los suicidios se completan sin una intención suicida, ya que la persona no siempre tiene una intención 100 por ciento suicida. Es decir, la persona no siempre dimensiona el acto que está cometiendo y termina en tragedia”.

En muchas ocasiones hay personas que atraviesan un “pico de euforia” que les desconecta de la realidad y es en esos momentos que pueden tomar muy malas decisiones y terminar con su vida.