A la distancia, la presa El Realito se erige imponente entre las colinas de Guanajuato, como un testimonio visible de la lucha por el suministro de agua en la región. Sin embargo, esta obra de infraestructura ha sido objeto de escrutinio y críticas desde que una fisura en una de sus cortinas dejó a 400 mil personas sin agua en junio de 2023. Hoy, tras un año de trabajo, la presa parece haber recuperado su funcionalidad, aunque la cicatriz de su fractura aún es palpable.
Al llegar al sitio, se percibe un ambiente de tranquilidad, pese a que hace algunas semanas presentaba una intensa actividad. En donde trabajadores, equipados con cascos y chalecos de seguridad, se movían como un enjambre organizado, concentrados en terminar el trabajo restante de las reparaciones.
En un recorrido realizado por El Sol de San Luis, habitantes cercanos a la comunidad de Las Mesitas y un rancho cercano llamado Las Torres, detallaron cómo hace un año las maquinarias pesadas retumbaban a lo largo del embalse, subrayando el esfuerzo continuo por asegurar que una crisis similar no vuelva a ocurrir.
Las marcas de la intervención parecen ser notables, en donde a lo lejos y con el ojo de un buen ingeniero especialista podría definir las nuevas rellenos de concreto que se destacan a lo lejos y que dan cuenta del progreso logrado.
El embalse mismo se muestra majestuoso, lleno de agua que brilla bajo el sol. Su vasta extensión es un recordatorio visual del recurso vital que representa para la región. Sin embargo, el nivel del agua también pone de manifiesto las tensiones pasadas, cuando la fisura se convirtió en una amenaza y drenó por completo el embalse y desestabilizó el suministro de agua para cientos de miles de personas.
A pesar del evidente avance, la herida de la fisura aún está presente en la memoria colectiva y en la reputación de la presa.
El gobernador del estado, Ricardo Gallardo Cardona, quien no dudó en calificar la obra como un "fraude", ha mantenido su postura crítica hacia las autoridades estatales que supervisaron la construcción inicial. Las acusaciones de corrupción y negligencia han ensombrecido la percepción pública de la presa, convirtiéndola en un símbolo de las deficiencias en la gestión de recursos críticos.
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El Realito está casi listo para volver a funcionar plenamente, pero la confianza en la infraestructura hídrica del estado aún necesita ser reparada. El último tramo del trabajo debe concluir pronto, prometiendo la esperanza de un fin definitivo a esta problemática que ha puesto a prueba la paciencia de la población y la capacidad de respuesta del gobierno.
La presa El Realito sigue siendo un recordatorio visible de la importancia de la diligencia y la transparencia en la gestión de recursos vitales. La culminación de este proyecto no solo será el cierre de una obra, sino también el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del manejo hídrico de San Luis Potosí, uno que se espera sea marcado por la eficiencia y la integridad.
Sí se reparó la presa, confirma la Conagua… en parte
El Ingeniero Joel Félix Díaz, Director Local de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), detalló en entrevista para El Sol de San Luis que la presa El Realito continúa su proceso de reparación tras los daños sufridos por una fractura en junio de 2023. Aunque persiste una muy pequeña filtración, se ha logrado controlar el problema y actualmente solo un 5% de las filtraciones corresponden a la segunda etapa de reparación.
Félix Díaz detalló que la primera etapa de las obras de reparación ha sido completada al 100%, mientras que la segunda fase, que dio inicio en febrero de este año, se encuentra al 95% de avance. Para abordar las filtraciones restantes, la CONAGUA ya está gestionando ante las autoridades federales la reanudación del sellado, empleando el método de inyección de concreto utilizado en la fase inicial.
En un aspecto positivo, el director local confirmó que la presa El Realito ha alcanzado una captación de agua del 102.7%, lo que ha permitido iniciar el vertido de agua. Esta situación abre la posibilidad de que el agua almacenada sea distribuida a la capital potosina, aunque la logística de distribución deberá ser definida por la Comisión Estatal del Agua (CEA) en conjunto con la concesionaria del acueducto que lleva el mismo nombre.
El Ingeniero Félix Díaz también explicó que, a mediados de diciembre del año anterior, se concluyó una de las dos etapas de sellado, que contemplaba la inyección de 275 metros cúbicos de concreto. Aunque la colocación de la membrana necesaria para el sellado no pudo ser completada debido a las lluvias, los trabajos iniciales han demostrado ser efectivos, logrando un control del 95% de las filtraciones.
Por otro lado, la CEA informó que se ha concluido la sustitución de 1,800 metros de tubería del acueducto de El Realito. Actualmente, la empresa operadora se encuentra en el proceso de llenado del sistema, el cual, tras varios meses fuera de operación, se está llevando a cabo de manera cautelosa para minimizar riesgos. Además, se está realizando una limpieza de los tubos para eliminar posibles sedimentos. Aunque no se ha establecido una fecha exacta de cuándo comenzará la distribución del agua, se espera que sea en un futuro cercano.
Respecto a esto, y a pesar de los esfuerzos y el pago puntual de las tarifas establecidas a la empresa concesionaria, el acueducto de El Realito sigue sin suministrar agua a más de 111 colonias de la capital potosina, reveló el alcalde Enrique Galindo Ceballos, quien enfatizó que a lo largo de estos tres años de su administración el acueducto falló un total de 34 veces, recrudeciendo la calidad del servicio de agua en el municipio.
El edil informó que, a la fecha, no ha llegado agua desde la presa El Realito, lo cual ha generado una creciente preocupación entre los habitantes que dependen de este recurso para sus necesidades diarias. "Estamos pagando las cuotas acordadas, pero el agua simplemente no está llegando", enfatizó Galindo Ceballos.
Estas cuotas mensuales por el uso del acueducto oscilan entre 4 y 5 millones de pesos, sin el abasto de agua del El Realito, con el vasto de agua la cuota que paga el ayuntamiento de la capital alcanza los 10 millones de pesos.
"Esperamos que la situación se normalice pronto. No tenemos información actualizada de la empresa concesionaria, pero esperamos cumpla con su parte del acuerdo", dijo el edil.
Este retraso en el suministro no solo ha generado incertidumbre entre los ciudadanos, sino que también ha puesto en evidencia la necesidad de una mejor coordinación entre las autoridades y las empresas encargadas de gestionar los recursos hídricos en la región. Mientras tanto, los habitantes de la capital son atendidos a través de la rehabilitación de 76 Pozos, para paliar las afectaciones de la falta de abasto de agua de El Realito.
La historia de El Realito
Con el objetivo de garantizar el suministro de agua potable a casi 800,000 habitantes de los estados de San Luis Potosí y Guanajuato, la Presa El Realito y su correspondiente acueducto, marcando un hito significativo en el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018.
Este ambicioso proyecto, que comenzó su construcción en 2012, buscaba aliviar la presión sobre los acuíferos de la región y mitigar el problema de los hundimientos que afectan tanto a la infraestructura urbana como a las viviendas.
La Presa El Realito, ubicada sobre el río Santa María en el municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato, y cercana al límite estatal con San Luis Potosí, es una estructura imponente con una capacidad de almacenamiento de 50 millones de metros cúbicos y una cortina de 88 metros de altura. El acueducto, que se extiende por 133 kilómetros, está diseñado para transportar un flujo regulado de 2 metros cúbicos por segundo, con la primera etapa utilizando 1 metro cúbico por segundo.
El proyecto fue posible gracias a una inversión total estimada en más de 3,500 millones de pesos a precios de 2014. Esta inversión fue financiada en un 58% por recursos federales, mientras que el 42% restante provino de la iniciativa privada a través del Fondo Nacional de Infraestructura.
La construcción de la presa estuvo a cargo del consorcio ganador conformado por varias empresas, incluyendo a Constructora de Infraestructura Latinoamericana, S.A. de C.V., y Carso Infraestructura y Construcción, S.A. de C.V., entre otras.
Por su parte, el acueducto fue desarrollado por el consorcio integrado por CONOISA (ICA), AQUALIA (FCC), y SAT (Mitsui).
La inauguración de la presa se realizó el 9 de octubre de 2012, seguida por la del acueducto el 22 de enero de 2015, obras que en su momento fueron un avance significativo hacia la sostenibilidad hídrica de la región.
Este desarrollo no solo proporciona una solución a largo plazo para el abastecimiento de agua potable, sino que también representa un importante paso hacia la reducción del agotamiento de los recursos hídricos subterráneos.
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