Él es Marco Antonio Guerrero Sierra, conocido en el mundo del tatuaje como “El Nagual”; se identifica con el personaje político del momento: el diputado Pedro Carrizales “El Mijis”, por ser alguien “sin límites”. Es creador del concepto “Tradicional Peyotero”, arte que ha llevado a diferentes países del centro y Sudamérica y con el que ha recorrido parte de la República Mexicana, además de ser muralista y graffitero.
“El Nagual” tiene poco más de 10 años “rayando” cuerpos de potosinos y turistas… Licenciado en Diseño Gráfico y Artes Plásticas, Marco Antonio Guerrero Sierra, se inspiró y creó el “Tradicional Peyotero”, que es un juego de líneas y colores cubistas y abstractas, que forman imágenes representativas de México.
“Fue un proceso, queriendo hacer algo más propio y retomando como cosas tenemos acá en México, en San Luis, fue saliendo lo que yo le puse el tradicional peyotero, que de alguna manera se está convirtiendo más cubista, empezó como algo mexicano, y de ahí empecé a agregar colores, las líneas largas y gruesas, cruzadas, se fue haciendo como más cubista, abstracto”.
“Tradicional”: porque se basa en hechos, lugares, flora y fauna de México y “Peyotero”: por ser la zona desértica de San Luis Potosí, cuna del peyote, detalló.
“En México ya me conoce la banda, ya tengo varios años, viajando y tratando de llevar mi propuesta, el tradicional peyotero, eso me ha ayudado a que más gente lo conozca y lo hagan y si sirve como de inspiración que chido”.
“Nagual” fue el nombre del primer estudio de tatuajes que fundó con su hermano mayor, hace poco más de una década, “de ahí poco a poco la gente me familiarizó con eso y ahora continúan llamándome así”, dijo.
Hoy ofrece sus servicios en el estudio “De Te Efe Tatuajería”, ubicada en las Nueve Esquinas, sobre las calles Mier y Terán en el Centro Historio de San Luis Potosí. Su arte ha llegado hasta Panamá, Venezuela, Colombia y Costa Rica y gran parte de este país.
Marco Antonio Guerrero Sierra, se identifica con personajes que a pesar de su apariencia han trascendido, tal es el caso de Pedro Carrizales “El Mijis”, el potosino que pasó de ser un pandillero, a fundar una asociación de ayuda para “chavos banda” y recientemente logró ganar en las urnas una curul del Congreso Local.
“Es gente que está haciendo cosas, las apariencias es lo de menos, es lamentable que la gente no se fija en lo que hacen las personas sino en cómo se ven, pero como el diputado, es gente que realmente se está trabajando y tiene una trayectoria de alguna manera haciendo cosas que benefician a la sociedad”.
A sus 34 años, ya se apuntó varios aciertos, relató, tiene pequeños murales en Mexicali, Querétaro, Estado de México y San Luis Potosí, diversos cursos y premios que ha ganado en expos a las que acude. Tatúa desde hace poco más de 10 años, y recordó que lo más “loco” que ha marcado, son unas “enchiladas potosinas”.
“Me parece chido que la gente no se detenga y no se ponga límites de poder ayudar a la banda y a la banda que de alguna manera, piensa que no hay otras oportunidades cuando si las hay, cuestión de buscarlas, encontrarse a las persona adecuadas y cuestión de querer, me identifico con él (El Mijis”, de alguna manera”).