Cuatro estructuras han ocupado el eje central de la Plaza de Armas a lo largo de su historia, la última de ellas es el kiosco que actualmente luce, colocado en 1948 durante el mandato de Gonzalo N. Santos.
En sus inicios, la Plaza de Armas lució una columna con una fuente diseñada por el arquitecto Eduardo Tresguerras, sin embargo fue derribada y en su lugar se colocó un monumento a Miguel Hidalgo, que después fue llevado a la Alameda Central “Juan Sarabia”, y en 1902 se instaló el primer kiosco en la plaza, se trataba de una estructura de hierro que fue donada por el Presidente Porfirio Díaz a su compadre Carlos Díez Gutiérrez.
Andrés Lecuanda Miloslavich, presidente de la asociación Imágenes Históricas de San Luis Potosí, refirió que dicha estructura se mantuvo hasta 1948, cuando el gobernador Gonzalo N. Santos decidió sustituirla por una de cantera que fuera más acorde a los edificios contiguos, que son de este mismo material, y envió el kiosco antiguo a Tampamolón Corona, que permanece hasta la actualidad.
Refirió que de acuerdo al libro Memorias de Gonzalo N. Santos, la inauguración del kiosco actual ocurrió el 25 de noviembre de 1948, y para ello, el mandatario pidió a su amigo Artemio de Valle-Arispe y al capitán Ramón Hernández Godínez que formaran “la mejor banda militar de música”, que superara a una que había visto en la Feria de San Marcos, sin embargo al no tener tiempo suficiente, le ordenó al coronel Jesús Gómez Vizcarra que capturara a los 25 músicos hidrocálidos.
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En la inauguración estuvo presente el Presidente Miguel Alemán, y se emitió un decreto para obligar o incentivar a los propietarios de fincas en la Plaza de Armas a cubrir con cantera sus propiedades, mediante incentivos fiscales como la exención de impuesto predial, además, fueron derribados los frondosos árboles de la plaza ya que impedían la vista del entorno.
El kiosco de estilo ecléctico, así como las fuentes en las esquinas de la plaza, son obra de los hermanos Biagi, fueron colocados bajo la supervisión de Antonio Prieto Laurens y Joaquín Meade; en el friso ostenta los nombres de grandes músicos mexicanos Miguel Lerdo de Tejada, Alfonso Esparza Oteo, Genaro Godina, Ignacio Fernández Esperón (Tatanacho), Guty Cárdenas, Mario Talavera, Julián Carrillo y Manuel M. Ponce.
Lecuanda Miloslavich señaló que al tratarse de una estructura de poca antigüedad, solamente ha atravesado por un evento histórico relevante, que fue la represión del movimiento navista, “corrieron a esconderse muchos de los navistas que fueron perseguidos a golpes y macanazos”.