En el siglo XVIII y XIX, Real de Catorce fue una importante zona minera, pero quedó abandonada después de la Revolución, y a pesar de que al día de hoy sea una zona con muchos habitantes, no ha dejado de lado su atmósfera de misterio.
En San Luis Potosí y otros lugares de la república mexicana, existe la leyenda de una entidad que se manifiesta en túneles y otras construcciones subterráneas, entre trabajadores del sector minero, se le ha denominado como “El Jergas”.
Se rumora que El Jergas es el fantasma de un minero que murió mientras ejercía su trabajo; sin embargo, su alma nunca pudo encontrar la paz, y por eso aún ronda en los túneles de Real de Catorce.
De acuerdo a lo que se cuenta, cuando un minero se quedaba sólo, El Jergas aparecía para hacer de las suyas, pues dicen, que era capaz de cambiar su aspecto por el de un ingeniero o un trabajador de alto mando para darle instrucciones a su víctima y hacer que esta lo siguiera a donde presuntamente, había oro.
Una vez que se encontraban en las profundidades, este ente desaparecía y así lograba extraviar a los mineros.
Aquí, podían pasarles una infinidad de cosas a los trabajadores, lo mejor que podían esperar, es que cuando se dieran cuenta que ya estaban perdidos, encontraran en sus bolsillos objetos de gran valor, como preciosos minerales o hasta pepitas de oro.
A veces solo los perdía por puro placer, pero a pesar de esa travesura, El Jergas dejaba la misma herramienta de rastro para que los otros mineros encontraran a su amigo perdido.
En otros casos, inclusive se habla que el mismo Jergas ayudaba a mineros heridos, cuando los veía en mal estado o al borde de la muerte, este los sacaba de los túneles y los dejaba reposando en la entrada de la mina.
En la actualidad, potosinos cuentan haber visto a una extraña figura en la entrada de las minas, usando una ropa vieja y llena de polvo.