El embarazo representa cambios en toda mujer gestante, dentro de estos el principal se presenta en el sistema inmunológico, lo que hace que el binomio materno-feto sea más susceptible de contraer influenza y otras infecciones en comparación con las no embarazadas. Por lo que las mujeres embarazadas enfrentan un riesgo incrementado de enfermedad y muerte a causa de las complicaciones de influenza estacional, ya que tienen más posibilidades que la población en general de desarrollar síntomas graves que requieran hospitalización.
“A su vez, la influenza materna puede causar complicaciones graves en el bebé como: muerte intrauterina o neonatal, parto prematuro, bajo peso, etc.”, advirtió la doctora Velia Uresti Alvarado, Coordinadora Estatal de Salud Materna y Perinatal de los Servicios de Salud.
Una manera de protegerse contra esta enfermedad, es la aplicación de la vacuna contra la influenza. Este biológico, también ayuda a proteger al bebé después del nacimiento, ya que la madre le transmite anticuerpos al bebé durante el embarazo.
Aparte de recibir la vacuna es importante que la paciente embarazada continúe implementando algunas medidas de prevención como: el lavado de manos frecuente con agua y con jabón o utilizar gel con base de alcohol, evitar cambios bruscos de temperatura; al toser o estornudar, cubrirse nariz y boca con un pañuelo o en el ángulo interno del brazo; consumir frutas y verduras frescas; limpiar y desinfectar superficies y objetos de uso común; y evitar contacto con personas enfermas.
La Coordinadora Estatal de Salud Materna y Perinatal invitó a todas las mujeres embarazadas independientemente de las semanas de gestación a acudir a la unidad de salud más cercana para aplicarse la vacuna. Recuerda que todas las vacunas son gratuitas.