- Plazas Públicas solamente para eventos deportivos y culturales
Todavía falta mucho por hacer, pero “hemos regresado la tranquilidad al Centro Histórico”, considera el director de Comercio del Ayuntamiento capitalino, Jorge García Medina, tras poner orden, con mucho esfuerzo principalmente en la vida nocturna, operada por establecimientos algunos sin permiso alguno, otros reincidentes en faltas.
Y en la “vida matutina” del centro de la capital potosina, también se topó con muchas irregularidades, que alentaron al comercio en vía pública.
“Tenemos el problema que la administración pasada no cobró a nadie su pago; no refrendaron sus permisos; tenemos permisos (vencidos) desde 2015”, lamenta, pero indica que para poder recuperar espacios públicos, invadidos por informales, primero se está corrigiendo fallas del personal, corregir la forma de hacer operativos, de cómo levantar las actas y reportes.
- Plazas públicas “no son mercados”
García Medina lanzó la orden tajante de no utilizar las plazas públicas para actividades comerciales, solamente educativas, deportivas o culturales. “Las plazas no son para convertirlas en mercados, en tianguis para traer vendedores foráneos a hacer competencia desleal”, sostiene.
“Todos los días sacamos, invitamos a comerciantes ambulantes a retirarse (del Centro Histórico)”, mencionó tras explicar que antes solían colarse al perímetro, pero hoy es más difícil que lo hagan, porque hay “filtros” de inspectores que se encargan de verificar que no existan vendedores sin permiso.
Sin embargo, aún hay conflictos heredados por “permisos tolerados”, que inclusive obligaron a algunos comercios establecidos que se vieron afectados a sacar su mercancía a la calle para competir con los informales.
- 10 mil licencias refrendadas
En este sentido, el funcionario en entrevista con El Sol de San Luis reconoce el derecho de los informales al trabajo honesto y legal, pero también los derechos que tiene el comercio establecido, y sus obligaciones.
“Tenemos mucha comunicación con organizaciones de comerciantes establecidos, con las cámaras, para que inciten a sus agremiados a regularizarse”, citó tras presumir que están por llegar a las 10 mil licencias refrendadas, dentro de la ley. “No ha sido fácil, pero hemos rebasado lo que otros años se ha recaudado, en un dos al uno”.
- Comercializan permisos falsos
Sin embargo, aclara que no es un tema de recaudación, sino de regularización. En este sentido, alertó sobre la venta de permisos apócrifos que eran comercializados y cuyos compradores fueron estafados; inclusive, algunos de esos “permisos” todavía son ofertados en redes sociales.
Ello obligó a la dirección de Comercio a iniciar una campaña para invitar a comerciantes y prestadores de servicios a acudir a la dependencia para regularizar su situación, para verificar si sus permisos son falsos y también para darles facilidades en los trámites a realizar.
Reconoció que había antros en lomas primera sección que cerraban hasta las 7 u 8 de la mañana; otros que abrían después de las tres de la mañana. Recién abrió uno, que resultó tener sus permisos al cien por ciento, pero se convino con ellos cerrar a las 22:00 horas.
García Medina recordó que el alcalde Enrique Galindo lo asignó a la dependencia apenas en marzo pasado, y que efectivamente sigue recibiendo quejas de vecinos de antros y cantinas de otros rumbos de la ciudad, y que se están atendiendo.
“Soy un funcionario que vive en esta ciudad, que la ha recorrido, pero nos faltan calles; hemos recorrido la B. Anaya, Rutilo Torres, Industrias, Coronel Romero, Himno Nacional, mariano Jiménez, Vasco de Quiroga, Pedro Moreno y donde quiera que voltees hay quejas…”.
- Sin dictámenes, no hay licencia
Sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados: Hasta el momento, han sido clausurados 98 establecimientos, de los que 33 apenas se han regularizado. Otros permanecen cerrados.
“Abren negocios sin ningún requisito; que se acerquen a las áreas, a que tengan sus dictámenes, mientras no los tengan, no habrá licencia”, advierte que antros e inclusive gimnasios sean abiertos en zonas residenciales.
Respecto a los jardines o salones de fiestas, también deberán cumplir con todos los requisitos; de lo contrario, no podrán trabajar. “La gente tiene que descansar, es común los domingos familias hagan comidas y renten salones, pero llevan la tambora, los mariachis…”.
Lamentablemente, todo ese trabajo conlleva amenazas e insultos para los inspectores. “Me los corren, me los despiden porque todos se sienten influyentes”, dice, pero señala que mientras se aplique la ley y no exista un peso de por medio todo transcurrirá en la legalidad.