El carbón de mezquite ha sido por muchos años para pobladores de las comunidades más pobres del municipio de Mexquitic, una forma de subsistencia, una fuente de ingresos y también una manera de llevar el calor del fuego a la hoguera de sus hogares.
Para Alberto Martínez, de la localidad Tanque Grande, cada temporada la recolección de leña de mezquite es toda una odisea.
Caminar largos kilómetros, entre la bruma del viento frío que aparece a temprana hora y enfrentarse a los fatigantes rayos del sol que salen en su camino de regreso, es un esfuerzo al que Alberto y su hijo José se han ido acostumbrando a lo largo de su vida.
"Aquí la gente es muy pobre y acostumbramos a utilizar el tronco del mezquite de diversas maneras. Desde hace décadas elaboramos carbón de mezquite para uso propio, ya que no contamos con servicio de gas y es con lo único que podemos cocinar y calentar nuestra casa".
"Desde temprana hora vamos con nuestro carretón hacia la parte baja de los pequeños cerros. A lo lejos se ven las vainas frondosas del mezquite, donde a sus orillas muchos de ellos ya están caídos y secos, entonces aprovechamos para cortarlos".
"En total vamos cargando mas de 300 kilos de leña, o, a veces hasta el doble. La cual nos dura un aproximado de medio año. Luego nos llevamos todo a casa y nos preparamos para disponer la leña dentro de un hoyo para comenzar a convertirlo en carbón".
Este proceso, -según indica Antonio-, consta en depositar la leña seca del Mezquite en un pozo, hoyo o hueco, con una profundidad de un un metro, recubierto con ladrillos para guardar el calor que ahí dentro se origina.
Bastarán unas 12 horas o tal vez hasta dos días, para que la madera del mezquite se ahume y carbonice. Es entonces que Antonio deja enfriar el ahora carbón del mezquite, que aún mantiene el calor del proceso.
"Hay muchos que lo comercializan y por el contrario a lo que la gente piensa, el uso y consumo de este carbón está controlado y es totalmente legal".
"Hasta ahora la Semarnat sólo estipula cierto control en el área para que prevalezcan los Mezquites vivos, y vamos a donde se puede aprovechar la leña seca".
Comúnmente este tipo de carbón vegetal se comercializa a un precio alto, donde un kilo puede llegar a costar hasta los 140 pesos. Antonio y su familia lamentablemente no lo elaboran de manera cotidiana, solamente cuando lo necesitan.
"Es fácil para muchos decir que hacer carbón de mezquite es un buen negocio, pero es un trabajo arduo y cansado. Hay que conocer bien el mezquite y cuidarlo. Si bien no hay restricciones, de a poco podemos acabar con este árbol".
Algunos otros beneficios de este árbol, señala la familia Martínez, se encuentra en su vaina o ejote que cuelga de las hojas delgadas de sus ramas.
"Aquí la Utilizamos para el dolor de dientes, encías o hasta muelas infectadas. También nos lo comemos para hacer limpiezas estomacales cuando nos sentimos con malestar o indigestión".
"También podemos poner a secar la vaina para cocinarla o bien hacer harina de ella y comerla. Aquí aprovechamos todo lo que nos pueda dar de comer".
En Tanque Grande el carbón es la luz de la esperanza para muchas familias que sobreviven con lo mucho que la naturaleza que les rodea pueda proveerles.
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