Hay que educar a los hijos en la mística de ser triunfadores, teniendo cuidado de no confundirlos en que ser triunfador es poseer gran cantidad de bienes.
Así lo expresó en entrevista radiofónica el especialista en desarrollo personal, Francisco Javier Barrios Guerrero, quien opinó que “si nosotros educamos a nuestros hijos desde este punto de vista, haremos gente segura de si misma”.
Ante los micrófonos de ABC Radio, el director de Proyecto Humano abordó el tema “¿Te sientes triunfador en toda la extensión de la palabra?”, viéndolo, dijo, desde un punto muy diferente.
Ser un ganador es hacerse responsable por sus acciones, expresó, “si usted quiere tener una mentalidad ganadora, el primer paso está en tomar plena responsabilidad por las cosas que ocurren en su vida”.
Entender que puede tener una vida sin límites al hacer un trabajo estructurado e inteligente en cualquier propósito.
Incluso si analizamos el tema desde el punto de vista de la concepción, “recordemos que son cien millones de espermatozoides que salen a competir para fecundar al óvulo y solo llega uno, desde ese momento inició la competencia en la que ya fuimos ganadores”.
Cada persona es dueña de su porvenir, así que no se puede intervenir en la vida de otros, se puede sentir la ilusión que es posible alterar la realidad de otras personas, pero no es cierto porque el mundo es una experiencia individual.
Reiteró que “si la educación hacia nuestros hijos está enfocada desde este punto de vista, haríamos gente segura de si misma, el éxito no debe medirse por vivir en un fraccionamiento de lujo o tener el mejor carro”.
Esto hará que los niños crezcan con seguridad en sí mismos y ver la vida desde otra perspectiva y si tienen dificultades saben que podrán resolverlas por esa seguridad de ser un campeón y un triunfador.
El hecho de ser un ganador no significa que todo saldrá perfecto en su vida, puede sufrir muchos reveses, pero tendrá el suficiente coraje de levantarse de cada caída, perseverar y salir victorioso.
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