Nadie puede enseñar mejor que las maestras esto es lo que refiere Ana Paula Roa Barbosa, madre de familia que ha tenido que tomar el rol de enseñante durante la pandemia.
Su hija apenas tiene un año de edad, pero desde el principio la llevó a la guardería ubicada en la calle Talleres, confiada de que es mejor tener a los hijos en la escuela que en casa, pues aunque es estudiante de educación superior, no tiene los conocimientos suficientes para enseñar a su hija.
Lleva a su hija Gala Isabela a la escuela de 8 a 3 de la tarde, de lunes a viernes, sus actividades son diversas, la primera actividad es una estimulación musical luego los llevan a desayunar, posteriormente le dan estimulación temprana a la niña, la duermen, a las 12 del día se le ofrecen alimentos, la someten a actividades recreativas, lo que ella calificó como ideal
"A mi niña le ha caído muy bien la guardería, porque ha comenzado a caminar, la ha hecho independiente, sociable, extrovertida y se sabe adaptar a los cambios. Estoy muy a gusto porque a mí me deja avanzar en mi día a día y ella también"
Mencionó que en el tiempo en que ha tenido que estar en casa no procura darle las atenciones que le dan en su centro educativo, ya que las actividades del hogar y escuela se complican para poder darle un seguimiento completo.
Actualmente es estudiante de Psicología y durante las primeras semanas del nacimiento de su hija ambas estaban en casa, Ana Paula estudiando a través de la virtualidad, y llegó un momento en que la menor quería gatear y ella no podía brindarle la atención que merecía, al igual tampoco completaba su proceso académico, "me sentía un poco mal porque no le daba la atención debida y fue cuando opté por el servicio de guardería, en los meses en que ha estado ahí, ha dejado de ser llorona, era muy retraída y ahora se desenvuelve mucho mejor, la niña está más pilas, más activa, sus hábitos alimenticios han mejorado, en la guardería se aseguran que coma muy bien y en sus horarios, los fines de semana que está en casa, me exige su rutina y respeta los nuevos hábitos".
En el grupo donde ella está, es atendida por una maestra y sólo son 5 estudiantes por grupo. Cada vez que arriban a la escuela, la niña es sanitizada junto con su material de trabajo "le toman la temperatura, sanitizan todo, me hacen firmar un documento donde me hacen preguntas sobre si ha tenido contacto con personas enfermas de Covid-19, ahí hay los típicos tapetes el gel antibacterial. Niños, padres de familia y maestros, tienen que guardar medidas de sanidad".
Mientras Gala Isabella se encuentra en la guardería, la joven madre universitaria realiza las actividades propias de la casa y de su institución educativa "me tocó educarla dentro de la pandemia por 10 meses, pero no podía estar con ella al ciento por ciento, y entonces descuidaba la educación en línea y a mi hija.
Al convertirse en sustituta de las educadoras, menciona que tuvo que aprender a ser organizada para que todo funcione y sobre todo con los niños porque hay muchas rutinas "en el momento que se dormía yo hacía tareas pero para eso tenía que organizarme para ser estudiante, ama de casa, mamá, y maestra, para esto último me tuve que informar mucho, me tocaba hacer estimulación temprana y tuve que leer mucho".
Al estar en esta dinámica, ahora comprende mucho mejor a los docentes y reconoce que no hay nadie más capacitado que ellos para acompañarlos, ya que dominan el conocimiento y además tienen más experiencia "las maestras tienen callos para cuidar y enseñar a los niños, a mí me sorprende cómo duermen a mi bebé, y yo no puedo en casa, tampoco la puedo tener entretenida en las actividades lúdicas como ellos lo hacen".
Esta joven madre soltera se sorprende de que su hija es más paciente en el hogar y hasta come mejor "generalmente llegamos a la casa, preparo su comida y su fruta, se duerme de 5 a 7 de la tarde, cuando despierta nos ponemos a jugar con ella desarrollamos sus capacidades finas como sujetar cosas con los dedos con forma de pinzas, sujetar aros que es una forma de estimulación para ella, después sigue la rutina del baño para dormirse a las 9 de la noche".
A raíz de la emergencia sanitaria por covid-19, menciona que muchos de los padres de familia que también tienen hijos en la guardería, tuvieron que abandonar las clases porque se quedaron sin trabajo, y como resultado se generó que los menores se rezagaron en su nivel educativo "ahora hay menos niños, son minuciosos en la higiene, muchos niños se quedaron sin escuela a raíz de la pandemia porque solamente se atienden a grupos pequeños".