Eduardo Massé, en el Congreso Internacional de Talento Humano en SLP

El 73% de los líderes en las empresas en México, son despedidos por carecer de habilidades blandas como carisma, empatía, ser comunicativos e inspirar al compromiso

Mayra Tristán / El Sol de San Luis

  · jueves 25 de abril de 2024

Cortesía Eduardo Massé

El 73% de los líderes en las empresas en México, son despedidos por carecer de habilidades blandas como carisma, empatía, ser comunicativos, inspirar al compromiso, destacó Eduardo Massé, CEO, consultor, autor, conferencista e investigador experto en Ciencia del Comportamiento Humano y Cultura Organizacional.

El próximo 23 y 24 de mayo se llevará a cabo el Congreso Internacional de Talento Humano organizado por la Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano A.C. (Aderiac), y una de las conferencias estará a cargo de Eduardo Massé, experto en conducta humana perteneciente a un grupo internacional que por años se ha dedicado al estudio de este tema.

Una de las premisas que ha desarrollado este especialista es en torno al desarrollo personal dentro de las empresas, “uno de los principios de la conducta humana es que hay que entender que la transformación humana, el cambio de conducta, la adopción de un hábito nuevo no es inmediato, para provocar que la gente cambie necesitas entre otras cosas: tiempo, una estructura donde pueda medirte o verte interactuar, y una figura de autoridad, estas tres condiciones se dan en la familia, se repiten en la escuela y en la empresa”.

Es así como las empresas pueden funcionar como espacios para el desarrollo personal de sus colaboradores a través de su cultura organizacional, insistió en que “el cambio de conducta requiere tiempo, requiere práctica y disciplina, y poca gente lo tiene”, sin embargo a través de la cultura organizacional se puede fomentar ese cambio acompañando el proceso; mencionó que por ejemplo, si una empresa establece que al ingresar un trabajador se le preguntarán sus objetivos personales y se le apoyará para que los logre, se provoca un crecimiento personal y una mejor convivencia en el centro laboral.

Si una persona plantea que quiere bajar de peso, se crean grupos de trabajadores que tengan el mismo objetivo y se apoyarán entre ellos para alcanzar la meta, “empieza a generar cambios que impactan en tu autoestima, que te acerques a compañeros con los que no convivías, y la relación con los compañeros y con la empresa van a cambiar”, estos resultados se pueden medir con indicadores tangibles, ya que se ven resultados de interacción, y cuando esto ocurre a nivel de líderes, permea en el resto del personal.

Al respecto, destacó que de acuerdo a un análisis de Harvard Business Review, México y en general el mundo, enfrentan un déficit de buenos líderes, “muestra el distanciamiento entre la cantidad de gente capacitada, estudiada, con experiencia, versus la que tiene habilidades blandas, que son carismáticos, empáticos, comunicativos, que inspiran al compromiso; el 73% de los líderes son despedidos por no gozar de esas habilidades blandas”, de ahí la necesidad de ayudar a desarrollar esas habilidades de forma consciente.

Mencionó el caso del Proyecto Aristóteles de Google, en donde se establecieron cinco aspectos que deben existir en una empresa para promover el desarrollo de líderes, y el principal es que exista seguridad psicológica, es decir, que las personas no tengan miedo a cometer un error, a participar, que puedan pedir, preguntar, que sientan que puede crecer, y no tengan el temor de que la darse la vuelta hablarán mal de ellas.

Al contar con esta seguridad psicológica y estar en un ambiente en donde la persona se siente tranquila, a gusto, con la posibilidad de crecer, también es menos probable que abandone el empleo, por lo que puede disminuir la rotación de personal. Este es un aspecto en el que deben comenzar a trabajar las empresas, pues cada vez hay más competencia por la mano de obra y sigue en aumento a causa del nearshoring.

Señaló que hay empresas que hasta ahora no se han preocupado por atender el tema de rotación de personal ya que había existido suficiente mano de obra en el mercado laboral, sin embargo ésta ha comenzado a escasear y ahora tendrán que preocuparse por ser atractivas para los trabajadores, “hay un dicho que dice ‘no busques a las mariposas para que vayan a tu jardín, cuida tu jardín para que las mariposas vayan a él’, eso está pasando, las empresas están preocupándose porque hay otros jardines que están abriendo y se están llevando las mariposas”.

Es así que el impulso al desarrollo personal cobra relevancia en las organizaciones, “la gente quiere estar donde la quieren, donde se siente identificada, donde se siente arropada, donde se siente reconocida, porque no todos los días en la vida son fáciles, todos los días son un reto, y quiero tener gente con la que pueda compartir esos retos diarios, sentir que no me pasa solo a mí, poder desahogarme, ayudar, y en ese proceso crecer, eso se llama comunidad”.