México experimenta un fenómeno de abandono de la práctica de lactancia materna exclusiva, de 22.3 por ciento en 2006 a 14.4 por ciento en 2012, sobre todo en zonas rurales, ello obedece a la falta de una normatividad nacional integral implementada en pro de la lactancia materna, y al ambiente hostil hacia madres en Servicios de Salud y el ámbito laboral por realizar esta práctica.
Recientemente se aprobó en el Congreso del Estado de San Luis Potosí que los hospitales públicos y privados deben contar con la certificación “Hospital Amigo del Niño” de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y del Fondo de las Nacional Unidas para la Infancia, UNICEF.
Tras la iniciativa que promovió el presidente de la Comisión de Justicia, Rubén Guajardo Barrera, se colaborará con instituciones sanitarias para evitar el 55 por ciento de las muertes de lactantes latinoamericanos por enfermedades diarréicas, que aquejan un 61 por ciento, e infecciones respiratorias agudas en un 51 por ciento, “todo ello, es evitable con lactancia exclusivamente materna de menores de 4 meses, y con la lactancia parcialmente materna de infantes de 4 a 12 meses.
La lactancia exclusivamente materna desde los 4 meses, evitaría el 66 por ciento de las muertes”. Cabe destacar que nuestro país, es parte del grupo de cuatro naciones que ha certificado hospitales en este programa en los últimos años.
Sin embargo, el avance ha sido muy lento, ya que no pueden cumplir con diez requisitos necesarios para su implementación, y por ello, menos del diez por ciento de las instituciones del país lo ha alcanzado “ahora buscamos ayudar a que se cumpla esta premisa por el bien de nuestros niños y las nuevas generaciones, a la par procuramos cumplir con los estándares de salud pública mundial”.