La exclusión, la desigualdad, la discriminación y racismo son parte del contexto de falta de oportunidades, que influyen en la legitimación de violencia por parte de las autoridades y el estado de gobernanza a nivel nacional, así lo señaló, el doctor Marco Polo Álvarez Domínguez jefe del posgrado en Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología, y quien se presentó en el Seminario de Genealogía de la Exclusión y la Desigualdad en México.
Acciones que influyen y permiten una mirada que estigmatiza a la otredad de la sociedad, como lo son las personas migrantes, trabajadoras sexuales y población vulnerable, situaciones que resulta en acciones que violentan la dignidad humana.
El especialista recordó que en México, se han hecho presentes muchas situaciones que devienen de este actuar que incluso se han hecho virales, haciendo un lado las condiciones y contextos sociales que han obligado a las personas a migrar, o bien enfrentar diversas condiciones de violencia.
“La clave de esto es entender cómo funciona este sistema de poder y cómo va desacreditando personas, y desde ahí vienen valoraciones. [...] También existe un sistema cultural que nos alimenta mucho de esta idea del otro, que impide ver mas allá y analizar las condiciones sociales que enfrentan las personas que migran o padecen cierto grado de vulnerabilidad y en términos de derechos humanos, pues se está negando la dignidad humana”, explicó.
Respecto a la condición de las y los migrantes por su paso en México, Álvarez Domínguez, remarcó que estos ejemplos son acciones que legitiman la violencia y perpetúan narrativas que influyen en la sociedad, en su manera de mirar al otro. Por lo que consideró necesario tratar de desmitificar opiniones, miradas, desde la reflexión.
“Justamente el estado de gobernanza, la sociedad o autoridades criminaliza porque, en primer lugar, hay una tendencia general a esta violencia y represión del Estado. Se necesita que el Estado mexicano deje de tratarlos como una alteridad y que como sociedad los tratemos como seres humanos, como nuestros hermanos y hermanas y dejemos este trato y la justificación del maltrato y pérdida de derechos humanos”.
Por último, subrayó que es necesario que México se convierta en una Nación incluyente, una nación de respeto por los derechos humanos, de políticas públicas que no abonen a la exclusión y construir espacios que dejen de reproducir este tipo de violencias.