"Sí da miedo, pero luego de pensar todo el tiempo que tengo encerrada, de no ver a mis papás, de no ver a mis hermanos, de la falta de las escuelas... por toda mi familia y por mi hijo, para que todo pueda volver poco a poco a la normalidad, dije sí a la vacuna y a seguirnos cuidando", expresó Alma, quien es trabajadora administrativa en el sector educativo.
Con la llegada de la pandemia de Covid-19 a San Luis Potosí, Alma fue enviada a trabajar desde casa el año pasado, actualmente algunos de sus compañeros ya han regresado a oficina pero ella aún no es convocada, por lo que lleva prácticamente un año de "encierro".
Además, en atención a las recomendaciones del sector salud para cuidar a personas vulnerables, dejó de visitar a sus padres, que son mayores de 60 años y viven con una pequeñita con discapacidad, así que durante un año, solamente pudo estar en contacto con ellos a través de llamadas telefónicas.
Sus padres recibieron la vacuna contra Covid-19 el mes pasado y ahora tocó su turno a Alma por trabajar en una institución educativa; el proceso fue rápido y no requirió más de una hora, pues aunque al principio tenía contemplado asistir al centro de vacunación en la Universidad Politécnica porque se les dijo que tenía que ser en el lugar más cercano a su centro de trabajo, finalmente acudió a la secundaria Justo Sierra, donde había poca afluencia de personas.
De esta manera, pasó alrededor de 15 minutos en la fila al exterior de la secundaria, después revisaron sus documentos en la entrada, verificaron su CURP en la computadora, y pasó a un salón en donde un enfermero les explicó las posibles reacciones a la vacuna y emitió algunas recomendaciones, como no consumir bebidas alcohólicas ni cafeína en los siguientes tres días, y tomar paracetamol en caso de presentar fuerte dolor de cabeza o fiebre, pero si los síntomas son tolerables, la recomendación es evitar medicarse.
De acuerdo a las indicaciones, es normal que en las 72 horas siguientes a recibir la vacuna, se presenten algunas reacciones, además de que deben pasar 28 días para que el biológico alcance su máxima efectividad, pero aún así se deben mantener las medidas preventivas, como usar cubrebocas y mantener sana distancia.
Entre las indicaciones y el tiempo que debió esperar en vigilancia, transcurrió otra media hora, por lo que en menos de 60 minutos había completado su vacunación; mencionó que otras compañeras que acudieron el primer día pasaron tres o cuatro horas de espera en la Universidad Politécnica.
Alma reconoce que tenía miedo de ponerse la vacuna, pues había escuchado malas experiencias por reacción a la dosis, "hubo algunos que al día siguiente de ser vacunados no fueron a trabajar que porque tenían dolor de cabeza, mareo, fiebre y escalofríos", en su caso también presentó reacción, algo de mareo, somnolencia y pesadez en la cabeza.
A pesar del temor previo, Alma se decidió a vacunarse para contribuir a recuperar la normalidad, pues la vacuna le ha permitido poder reencontrarse con su familia una vez que sus padres fueron inmunizados, "voy con cubrebocas, no como en su casa para no utilizar sus utensilios, no uso su baño y son visitas cortas de máximo una hora y nada más una vez a la semana, pero después de un año de estar sólo con llamadas, ya nos podemos ver".