Se estima que entre el 1 y el 2 por ciento de los niños y adolescentes menores de 18 años en México, tienen diabetes tipo 1 o tipo 2. Aunque la de tipo 1 es más común en niños, se ha observado un aumento preocupante en los casos de la tipo 2, que está más relacionada con la obesidad y el estilo de vida sedentario de las personas.
La diabetes infantil es una condición que afecta a un número creciente de niños, ha emergido como una preocupación de salud pública en la nación y se encuentra estrechamente vinculada al incremento de la obesidad infantil. En las últimas décadas, la prevalencia de diabetes tipo 2 en niños ha reflejando la crisis de obesidad que afecta a la población pediátrica.
Un problema importante es que muchos casos de diabetes en niños son diagnosticados tarde, lo que complica el manejo de la enfermedad y aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo, como problemas renales, cardíacos, y de la vista.
Además el impacto Social y Económico de esta condición impone una carga significativa en el sistema de salud y en las familias, debido a los costos asociados con el tratamiento y el manejo de la enfermedad. El aumento en los casos subraya la necesidad urgente de intervenciones en salud pública, que incluyan la promoción de estilos de vida saludables desde una edad temprana, el acceso a servicios de salud de calidad, y la educación sobre la prevención y el manejo de la diabetes.
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Se concientiza sobre los factores de riesgo más relevantes para la diabetes infantil que incluyen obesidad y sobrepeso, en México, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en la población escolar es de aproximadamente 33.2 por ciento, según datos recientes el sedentarismo, la falta de actividad física, exacerbada por el aumento en el uso de dispositivos electrónicos, ha sido un factor clave en el incremento de la obesidad infantil.
En San Luis Potosí que manejan los Servicios Estatales de Salud, SES, reveló que el 29.7 por ciento de los niños y adolescentes, duermen menos de 8 horas diarias, lo que se asocia con un mayor riesgo de obesidad y diabetes.
Una dieta alta en calorías y azúcares de muchos niños en México, y de alimentos ultraprocesados, es un contribuyente significativo al sobrepeso. Por otra parte, los antecedentes familiares, es una predisposición genética, juega un papel importante en el desarrollo de la diabetes. La presencia de factores de riesgo genético, como ciertos polimorfismos en genes asociados con la obesidad y la resistencia a la insulina, ha sido documentada en estudios realizados en San Luis Potosí y otras regiones del país.
La prevención y el manejo de la obesidad infantil son cruciales para reducir la incidencia de diabetes tipo 2 en niños. Las estrategias deben centrarse en promover hábitos alimenticios saludables, aumentar la actividad física y educar a las familias sobre la importancia de un estilo de vida equilibrado. Además, es fundamental realizar un seguimiento médico regular de los niños en riesgo para detectar precozmente cualquier signo de alteración metabólica.
Combatir este fenómeno en particular en regiones como San Luis Potosí, requiere un enfoque integral que involucre a padres, educadores y profesionales de la salud para mejorar la salud y el bienestar de las futuras generaciones.