La diabetes, ansiedad y depresión serían los padecimientos que más comúnmente padecen las Personas Privadas de su Libertad, esto derivado de su condición de encierro, para superar esos problemas de salud quienes las padecen reciben atención médica integral y especializada, “todos los servicios de salud están cubiertos y la Secretaria de Salud valida todas las acciones que se realizan al interior de los penales”.
Así lo comentó la directora de Prevención y Reinserción Social del Estado, Margot Montes Sandoval, quien dijo que la diabetes es una enfermedad normal y común a consecuencia de su estado en prisión, “se detona la diabetes en ellos al igual que la ansiedad y depresión”.
Destacó que el medicamento para atender esos y otros padecimientos de este sector está garantizado, incluso recién se recibió una dotación importante del principal medicamento que se requiere para las y los PPLs, así como camas de hospital nuevas, lo que sin duda es de gran apoyo.
Montes Sandoval destacó también, la reciente firma de convenio entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado y la Secretaría de Salud, para la instauración de programas de telemedicina en los cinco centros de reinserción donde se encuentran internas más de 3 mil 300 personas.
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Con ello, dijo que potenciará y hará más eficiente la atención médica que se brinda a la población penitenciaria en el Estado, esto en cumplimiento a uno de los ejes rectores para la reinserción social que son prioridad en los cinco centros penitenciarios del Estado.
Dentro de este esquema, se decidió impulsar programas permanentes que abonen al buen estado físico y psicológico de las y los PPL’s, con lo que se eliminará en la dificultad que implica el traslado de la población penitenciaria a diversos nosocomios del Estado, mejorando a su vez, el acceso equitativo a la atención médica general y especializada.
Actualmente se tiene un registro aproximado de entre 10 a 14 personas privadas de la libertad atendidas semanalmente a través de esta modalidad en el penal de La Pila, cifra que incrementará considerablemente una vez se que inicien operaciones en los Centros Penitenciarios del interior del Estado.