Renueven su pasión por educar y enseñar, ante los nuevos retos globales a los que nos enfrentamos todos como sociedad, pues la educación requiere un cambio urgente que responda realmente a las necesidades actuales, como el atacar de lleno el bullying, y formar y forjar en valores humanos y principios éticos y cristianos, ante tanta pérdida de valores que impera en una sociedad sedienta de amor, justicia, seguridad y paz.
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien felicita a los maestros en su día y reconoce su gran esfuerzo por enseñar y educar en las diversas instituciones.
Indicó el pastor católico:
Ser maestro es una de las labores más importantes, necesarias y apasionantes de la vida, pues tienen la labor de educar a las futuras generaciones "lo que no es algo del mañana sino del hoy", porque la educación requiere un verdadero cambio, una auténtica transformación constante, de acuerdo a los tiempos que se viven y necesidades que se deben atender, pero, claro está que todos tenemos que poner de nuestra parte para lograr una auténtica educación en valores cívicos, humanos, éticos y cristianos, pues urge crear nuevos modelos educativos para atacar de raíz el bullying, que es la pesadilla de los estudiantes víctimas y de todos, padres de familia, directivos y docentes.
Como Iglesia reconocemos su labor indispensable, porque el docente es protagonista insustituible de la educación.
Ojalá se esfuercen cada día más en mejorar sus programas de trabajo académico o educacional, pues con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza educativa sólida, pero insisto, la educación requiere un cambio crucial y urgente para que a nuestra niñez y juventud les guste ser personas de bien para la sociedad, poniendo al servicio de los demás, nuestros dones, cualidades, carismas, virtudes, preparación académica y cívica en bien de México, porque se trata de mejorar al país, y no que dé un retroceso obsoleto en la educación.
Es indispensable formar en valores morales fundamentales y no con antivalores que no nos dejan nada positivo.
Pido a Jesús Divino Maestro, que la educación que nos ofrecen los docentes, nos ayuden a todos a madurar urgentemente hacia una nueva sociedad más justa, acogedora y esperanzadora.
Que Dios los bendiga y los ilumine para que sean auténticos educadores en valores que nos permitan un mejor desarrollo a todos y cada uno de nosotros.