La violencia que se vive actualmente no se puede negar ni esconder, sobre todo porque a diario los medios de información están actualizando sobre los hechos delictivos que ocurren en nuestro estado; San Luis Potosí ya forma parte de la violencia Nacional y es trabajo de todos buscar la manera de solucionar este problema.
Manifestó lo anterior el vocero de la Arquidiócesis Potosina, Juan Jesús Priego Rivera, quien consideró que cada vez más la vida de las personas se está volviendo agresiva, algo que no se puede permitir que siga ocurriendo, por lo que las autoridades deben reconocer lo que está sucediendo.
Si nos sometemos a este tratamiento (de reconocerlo) y que quizá sea doloroso por unos días entonces usted va a salir adelante, eso me tranquiliza dentro de lo grave que pueda estar; yo no quiero que me den un mejoralito si mi enfermedad es más grave, con negar una realidad no la alivias ni la arreglas, hay que hacer un diagnóstico
Lamentó que nuestra entidad sea parte de la violencia nacional que es señalada, sin embargo destacó que no sólo es trabajo de las autoridades poner de su parte para ayudar a disminuir la violencia y el crimen, sino que todos como ciudadanos tenemos que aportar; en ese sentido comentó que una de las cosas que podemos hacer es mejorar la forma en que nos relacionamos con las personas, pues opinó que hay algunos que lo hacen de manera agresiva.
Creo que tenemos que cambiar nuestro estilo de vida y hacerla más sociable, menos estresada, más relacionada y esto va a repercutir en la tranquilidad de SLP, vamos cambiando nuestro estilo de vida, vamos viviendo de manera menos agresiva y verán que los índices van a bajar también. San Luis Potosí ha llegado a límites que nunca antes se habían visto pero eso no significa que sea una causa perdida, hay mucho por hacer y lo vamos a hacer entre todos
Finalmente, opinó que el haber disociado la ética de la ley “nos ha llevado a tocar abismos”, pues si un juez está viendo que alguien es culpable moralmente tiene que buscar la manera de esa persona sea castiga conforme al delito que cometió.