En este regreso a clases, se detectó que hubo abusos por parte de algunas escuelas públicas quienes tenían convenio de exclusividad con negocios particulares de uniformes, los cuales ofrecían precios muy exagerados y prendas muy mala calidad.
En entrevista, José Luis Chalita Manzur, empresario del giro de uniformes y presidente de la asociación Vive tu Centro, señaló que varios padres de familia se quejaron de que, en la mayoría de las secundarias federales les estaban obligando a comprar el uniforme en negocios específicos, los cuales incrementaron el precio del producto al doble de lo que regularmente vale.
Detalló que, si en un establecimiento normal, un uniforme de secundaria federal y de buena calidad cuesta 650 pesos, en los negocios con convenio se vendían en mil 300 pesos y de menor calidad; a parte, el trato hacia los padres de familia fue muy déspota, y los únicos beneficiados fueron los directores de las escuelas y los dueños de los negocios particulares.
El empresario denunció que, aunque no es obligatorio el uso de uniforme en este regreso a clases, los mismos directores de las escuelas federales y privadas obligaron a las personas a comprar el uniforme de determinada manera, y en los negocios con convenio; desafortunadamente, esta situación se está replicando con las telesecundarias y las escuelas técnicas.
“Yo creo que en las escuelas públicas no debe existir exclusividad, ya que están perjudicando el bolsillo de los padres de familia; se trata de que sea un regreso a clases cordial y que los padres no tengan conflictos en la compra de uniformes, ya que, además del precio exagerado, no tenían los uniformes para surtirlos de manera inmediata, sino que les realizaban el cobro y posteriormente se los van a entregar, muchos padres se inconformaron por esta situación”, expresó.
Por otro lado, dijo que de manera general los negocios de uniformes mantuvieron los mismos previos de hace dos años, pues tenían mercancía rezagada del año pasado, de lo que no pudieron vender a causa de la pandemia. No obstante, hubo negocios que sí incrementaron los precios en un 20 por ciento, porque también aumentaron las telas, el hilo y todos los insumos con los que están fabricados.