La Agenda Ambiental y la Facultad de Agronomía y Veterinaria, de la UASLP, en coordinación con la Fundación Yelcho, efectuó el Curso taller “Responsabilidad animal, por una convivencia sustentable”, que se llevó con gran éxito en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Químicas “Rogelio Jiménez Jiménez”, reuniendo a estudiantes, académicos y personal administrativo.
En entrevista, el presidente de la Fundación Yelcho, Dr. Eduardo Barona Collado antropólogo social y cultural, comentó su interés de trabajar en el respeto a los animales, desde la Fundación, “es un área no muy atendida en diversos aspectos y despierta interés. Normalmente, hay una gran cantidad de alumnos o profesorado que necesita competencias para impartir materias transversales”.
Reconoció el grato recibimiento de la Agenda Ambiental de la UASLP, y se dijo sorprendido de la excelente predisposición de los participantes. “El respeto animal, es un área emergente, no tiene líneas determinadas, esto es bueno y malo, porque está todo por hacer. Desde nuestra trinchera aplicamos un programa sin ninguna pretensión de adoctrinamiento o de tratamiento formal, más bien de intercambio y despertar una conciencia crítica”.
Apuntó que el punto de partida de la Fundación, es provocar un discurso y que cada formador adopte la parte que le interese, “está claro que en el ámbito de actuación nuestro puede ser más amplio con animales de compañía, pero en nuestro día a día hay más interacciones de las que pensamos, a través del consumo o aspectos culturales como es el caso del tema taurino”.
Respecto de la tauromaquia, manifestó que el tema taurino es crítico en España, y obviamente en México, “hay dos pequeñas masas a favor y en contra; es como una disputa, no se trata de un adoctrinamiento sino más bien de un punto de vista crítico y que cada uno saque sus reflexiones y tenga sus propias opiniones, pero siempre fundadas. Considero por sentido común y desde la razón que terminaran por abolirse las corridas de toros”.
Del tema de zoológico e incluso de acuarios, dijo ha habido un cambio desde el zoológico tradicional, aquellas casas antiguas de fieras que se tenían para ocio, luego surgieron los centros de conservación, lugares que luchan con limitaciones económicas, sociales, muchas veces de espacio.
“Ha surgido una figura central, que son los zoológicos de inmersión, lugares donde los animales provienen de algún sitio que se pretende conservar y continúan privados de la libertad, es como un escalón, lo contemplamos como una transición. Esto puede ser una forma de solución hacia la sensibilización, abogando por una conservación y no por una exhibición”.
Para finalizar, el doctor Eduardo Barona, manifestó que la jornada contempló teoría y práctica, “no tratamos de adoctrinar, sino despertar la conciencia crítica con la que pretendemos llegar a un buen camino sin necesidad que otros impongan una forma de pensamientos”.
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