Más de 50 negocios ubicados en el Corredor Cultural Carranza, entre Uresti y Terrazas, han desparecido por completo debido a la falta de liquidez para sostenerse; algunos de los locales que albergaban estos comercios llevan más de 2 años desocupados, y no se sabe hasta cuándo volverán a abrir.
Lamentó lo anterior el presidente del Comité del Corredor Cultural Carranza, Eduardo Ayala Morales, quien destacó que, la pandemia por Covid-19, la ciclovía y la inseguridad en la zona, son factores que han abonado a la crisis económica que los comercios de esta avenida han venido arrastrando desde las obras de rehabilitación.
Señaló que al menos 3 de cada 10 negocios que cerraron tenían que pagar una renta, las cuales no son muy baratas por la zona, ya que, en promedio las mensualidades parten desde los 10 mil pesos, aunque todo depende del tamaño del local.
“Primero la ciclovía vino a descalabrar los negocios, pero luego llegó la pandemia y los vino a afectar aún más; muchos negocios estaban de recién apertura y algunos otros estaban endeudados, entonces no pudieron aguantar más y tuvieron que cerrar”, expresó.
Aunado a ello, manifestó, aunque las autoridades han puesto un poco más de atención a la seguridad sobre la Avenida Venustiano Carranza, desafortunadamente la delincuencia se ha trasladado a las calles aledañas; entonces, los clientes que acuden a consumir a los negocios y dejan estacionados sus vehículos en los alrededores, están sufriendo de robos, asaltos y cristalazos.
Ayala Morales comentó que la mayoría de los negocios que han cerrado son del giro restaurantero, sin embargo, adicional a los 50 comercios que han bajado la cortina, también hay varias oficinas que han sido desocupadas, aunque de esas aún no se tiene una estadística exacta.