Uno de los principales problemas en la investigación y tipificación de feminicidios es el desdén con que toman los casos, investigadores, ministerios públicos y hasta jueces, además del desconocimiento de los factores que deben considerarse en ello.
Así lo consideró, Jorge Luis Olivares Peña, perito del Instituto de Ciencias Forenses del Supremo Tribunal de Justicia de la Ciudad de México, quien dijo que de 2014 a 2018 incrementó en algunos estados hasta en 100 por ciento las muertes de mujeres, lo que incrementó también las alertas de género.
En el marco de las Jornadas de análisis del delito de feminicidio y su investigación, Olivares Peña dicto la conferencia Autopsia médico forense en casos de feminicidios donde destacó que hay deficiencias en la investigación y prevención de feminicidios porque no hay compromiso por parte del servidor público.
“Por falta de pago, hostigamiento laboral, no hay recursos suficientes y eso ocasiona que no se quiera trabajar tanto, hay protocolos muy buenos que si se activan se realizarían necropsias con incisiones diferentes toma de ADN, que no se hacen uno porque el servidor no lo lee, por exceso de trabajo, falta de material y citatorios constantes en cada caso, entonces para no meterse en problemas el investigador el ministerio publico hacen lo mismo y se evitan muchas situaciones; por consiguiente muchos casos se llevan mal”.
El criminólogo destaco también la importancia de que quienes conllevan la cadena del sistema penal tengan los conocimientos necesarios para hacer buenas prácticas periciales y buen juicio oral, “si se prueban elementos importantes no se permitirá que el agresor salga y vuelva a cometer un delito”.
Olivares Peña subrayó que la violencia se ejerce cada vez con más saña hacia la mujer, “asimilo como criminólogo, que tiene que ver con el comportamiento de grandes criminales y el tratar de emularlos, que descabezan y descuartizan, actualmente hay un perfil así del agresor, cada vez tenemos mayor violencia, quemaduras, mutilaciones, eso se debe también a un fenómeno que es la cosificación, la mujer pasa a ser un objeto que se usa y se desecha por lo tanto las agresiones hacia ella son más violentas y el agresor lo disfruta incluso”.
Los principales elementos a considerar al clasificar un feminicidio, además de los protocolos que van desde el nivel criminológico como victimización, humillación, sometimiento, y el feminicidio, es la violencia crónica de un maltrato que termina en homicidio. Hay que identificar que el agresor infirió violencia hacia ella durante mucho tiempo antes de que se perpetrara el hecho.
Para prevenir, hay varios factores, en redes sociales, con adolescentes, medios de comunicación, estar atentos a las conductas de “ninis” afines de series que hacen apología del delito.