A pesar de la contingencia establecida ante el riesgo de contraer COVID 19, este sábado la capital potosina estuvo muy lejos de ser una ciudad desierta, ni siquiera con poca gente, por el contrario, el tráfico vehicular y de personas en el Centro Histórico estuvo, como cada sábado, congestionado.
La vida transcurrió de manera normal, no sólo en lo que se refiere a los servicios de primera necesidad, como el transporte o la seguridad, la gente salió a tiendas, taquerías, restaurantes, bancos y centros comerciales con perfecta normalidad y sin adoptar medidas visibles de seguridad, como tapabocas.
De manera irresponsable, puestos callejeros de comida, lucieron llenos de gente, las filas en los bancos no se respetó la distancia mínima entre personas y el centro histórico lució igual de lleno como cualquier sábado, día en que tiene más afluencia de foráneos.
Ante los consejos de mantenerse en casa aislado y no realizar compras de pánico, en recorrido realizado por El Sol de San Luis pudo constatarse que la vida cotidiana sigue prácticamente su curso, el único cambio perceptible en los centros comerciales fue la ausencia de los empacadores de la tercera edad, quienes fueron enviados a sus casas.
De igual manera, los centros comerciales se vieron abarrotados de personas que vaciaron anaqueles de artículos, como papel de baño, atún, cloro alcohol y todo tipo de desinfectantes.
El transporte urbano brinda servicio de manera normal y en pocas unidades se entrega el gel antibacterial a los usuarios, como lo prometió la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Finalmente, pudieron observarse elementos de la Guardia Nacional a las afueras de sucursales bancarias, como una medida regular de vigilancia y seguridad, sin ninguna otra actividad o función.