Golpes, maltratos y discriminación es lo que sufre un menor de 16 años que padece autismo, al interior del instituto educativo, denunciaron sus padres; interpusieron las demandas correspondientes, ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de San Luis (PGJESLP) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero las autoridades hacen caso omiso.
Iván Fernando Ruiz Reyes y Dolores Martínez Pérez, son los padres del menor Iván Ruiz Martínez, quien hasta hace unos días acudía al Centro de Atención Múltiple (CAM) "Dr. Roberto Solís Quiroga" ubicado en la colonia Las Julias, de la capital potosina.
En rueda de prensa, los afectados aseguraron temer por la vida de su hijo y acusan directamente a la directora del plantel, Rosa Blanca Macías, de lo que pudiera ocurrirle.
Sostuvieron que, en repetidas ocasiones, el niño salía de sus clases con hematomas y según la versión de dicha maestra, eran producto de las autoagresiones en las que incurría el pequeño Iván.
Explicación que, aseguran, es una completa mentira, ya que el niño no es agresivo, ni presenta conductas violentas en casa.
“Lo hemos recibido golpeado, lo hemos recibido con sangrado de nariz constante, siempre y cuando el profesor, que está a cargo de él, Guadalupe Garza Villa, no se encuentra dentro del plantel”.
Además de las agresiones, la directora del CAM, falsificó un certificado con calificaciones reprobatorias, para poder expulsar al menor, remarcaron. Este documento quiso integrarse a la acusación entablada, sin embargo, las autoridades no se lo recibieron, por considerar que no tenía validez para la denuncia.
El caso fue turnado a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero al no ver respuesta, ni apoyo, abrieron una carpeta de investigación en la PGJESLP, con número 11567/18 el pasado 3 de mayo; acusan a Rosa Blanca Macías de incurrir en los delitos de discriminación, lesiones, falsificación de documentos y ejercicio indebido de la función pública.
Los padres son fundadores de la Asociación Civil, “Centro Potosino de Autismo y Alteraciones del Desarrollo”, y ante los medios de comunicación, afirmaron, que la directora prácticamente corrió al menor del plantel argumentando “que los niños con autismo, son un peligro”.
“No voy a esperarme a que me entreguen a mi hijo en un ataúd, siempre lo he dicho, las lesiones son graves, tengo las pruebas, mi hijo ha entrado sin ningún golpe a la escuela, y ha salido golpeado, y un médico legista lo certifico, es un niño con discapacidad, que no tiene lenguaje y la voz somos sus padres que aquí estamos”.