Grupos delictivos están “infiltrados” en las caravanas de migrantes que transitan por el país, reveló, el Cónsul General de Honduras en San Luis Potosí, José Natividad Ortiz Cisnado, quien aseguró, que un sinnúmero de indocumentados son cooptados por éstos, al ofrecerles remuneraciones y protección, a cambio de “cumplir con ciertas tareas”. Además son acosados por los “garroteros” y extorsionados por mandos policiales, dijo.
Aceptó que en países como Honduras no existen las oportunidades que los connacionales necesitan para quedarse en su lugar de origen, y aunque agradeció la hospitalidad que los mexicanos brindan a los migrantes, sostuvo, es terrible lo que soportan las personas que cruzan México, con la única meta de alcanzar el sueño americano.
“Sabemos que la situación del país nuestro no es la mejor, pero también sabemos que la situación del país a donde están migrando tampoco es la mejor. Nosotros no nos sentimos cómodos con que nuestros connacionales tengan que viajar del país, lo que si hemos podido detectar es que cuando se viaja solo o con grupos pequeños, para el crimen organizado es mucho más fácil, pero también la caravana es riesgosa, porque ellos están infiltrados”.
Señaló que en la actualidad hay decenas de hondureños que al pisar tierras mexicanas y constatar que la vida aquí, o que cruzar a Estados Unidos es muy complicado, deciden volver a su país; aunque muchos otros, lamentó, pierden la vida a manos de grupos delincuenciales, o lo que es peor, se integran a sus filas.
“Las personas están expuestas al estar en la calle, si a alguien no le simpatiza el tema del migrante los golpea, y a la mujer le hacen todo lo que usted pueda imaginarse. Con pena le voy a comentar que muchos de los compatriotas me han exteriorizado, que después de cierto tiempo el migrante se convierte en una parte del crimen organizado”.
“Es decir que esta persona migrante, en poco tiempo pasa a desempeñar un papel con el crimen, papel por demás diverso, no tengo en detalle las ofertas pero tienen que ser buenas remuneraciones, o cuidar de ellos, porque el problema aquí es que como el migrante se encuentra expuesto, ellos les ofrecen un poco de seguridad a cambio de que con eso cumplan con una tarea”.
Además de esta lamentable situación, destacó, tienen que soportar el acoso de los “garroteros”, que son delincuentes que vigilan “la bestia” y que al detectar presencia de indocumentados, los golpean, les decomisan sus pocas pertenecías, y en ocasiones hasta los asesinan. Y no conforme con todo eso, dijo, son extorsionados por militares o mandos policiales, que trabajan para el crimen.
“Lo que he comentado es con lo que visto y palpo en poco tiempo de estar acá, pero en ese tiempo he podido escuchar revelaciones de jóvenes que dicen, cuando yo abordo la bestia, incluso yendo en la bestia son víctimas de unas personas que les llaman garroteros, son los que hacen como especie de vigilancia a la bestia, cuando ellos son detectados los bajan, los golpean y les decomisan todo lo que aportar, desde, dinero, zapatos, mochila y algunos pierden la vida”.
“Hay mucho involucramiento de autoridades policiales y militares, pero en este caso yo más creo que eso es parte del crimen organizado, es lo mismo, cuando usted lo identifica con uniforme, usted cree que esta frente a una autoridad, pero en realidad no está haciendo el papel de autoridad, está actuando como una parte del crimen”
Ante este escenario, remarcó, Honduras está tratando de implementar programas de desarrollo a fin de que la población tenga oportunidades; invitó a sus connacionales a luchar desde su país; “es cierto que hemos descuidado este tema, y a lo mejor la demanda de oportunidades está más allá de las que el gobierno puede ofrecer, pero estamos haciendo nuestra parte”.