En la vibrante plaza principal del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, la Muestra Gastronómica de la Feria Nacional de la Enchilada despliega su encanto. Entre risas y aromas tentadores, los corazones se llenan de alegría y los estómagos, de icónicas delicias, elaboradas por manos que llevan la historia de una cocina ancestral a cada platillo.
Decenas de puestos de comida tradicional se encuentran alineados como soldados en formación, cada uno con su misión: satisfacer los antojos más insaciables.
Y el platillo estrella, la joya de la corona, es la enchilada. En donde los negocios locales, como Cocina Mana, Riquísimas, y Enchiladas Rodriguez, han revelado sus secretos para su cocina, como lo es su gran sazón el cual les demanda elaborar a cada comercio hasta 1,500 enchiladas por día .
Pero entre las novedades culinarias, destaca un platillo que ha conquistado los paladares más curiosos: las enchilabirrias.
Pero, ¿Qué son? Imagine enchiladas potosinas bañadas en el jugo de la carne, doradas en su propia grasa y con un toque de cebolla y cilantro. Cada bocado es un abrazo a la tradición y un guiño a la innovación.
Los expositores, con sonrisas cómplices, platicaron a el Sol de San Luis sobre la diversidad de sabores que se despliega en este platillo originario de Soledad.
“Como comerciantes hemos tenido que revolucionar nuestras recetas, la gente quiere lo que está de moda y hemos adecuado las recetas. Nos ha ido bien, pero lo tradicional no pasa de moda”.
En donde también la gastronomía de Rioverde y Tamasopo ha cautivado a los comensales, quienes han sucumbido al encanto de sus platillos tradicionales.
Las y los expositores mencionaron que los comensales, ávidos exploradores de sabores, buscan autenticidad. Quieren recetas que les hablen de raíces y precios que no les hagan temblar la cartera, por eso, cada platillo se mantiene dentro de los 200 pesos, una ganga para tanta felicidad en un solo bocado.
Arlethe, de Cocina Mana, nos reveló que la cocina soledense ha tenido que reinventarse. La competencia es feroz, y los paladares curiosos.
“Hay enchiladas de masa de nopal y hasta relleno de chile poblano, cada negocio le imprime su gusto y estilo y creo que eso es lo que destaca a los expositores. La gente busca cosas nuevas y están encantados con nuestras propuestas”:
Así que, con audacia, se han atrevido a explorar nuevos sabores y a tejer historias en cada enchilada.
En esta feria, los sentidos se despiertan, las barrigas se llenan y los corazones se unen al unísono de las cazuelas, el aceite y el humo que se desprende de cada cocina.