Los más de 300 trabajadores del Instituto Tecnológico de San Luis Potosí, cumplieron su promesa de protestar contra su director general, Oscar Armando González y su subdirectora, con un paro de brazos caídos.
Desde las 07:00 de la mañana del lunes, arribaron a los salones de clase, en donde permanecieron ahí por 24 horas y no ofrecieron ningún servicio a la comunidad estudiantil. El panorama fue de salones solos, ya que los estudiantes decidieron no acudir a clases.
Al igual las áreas administrativas permanecieron abiertas pero los trabajadores se mantuvieron en la postura de no ofrecer ningún tipo servicio, a pesar de que hubo muchos despistados que llegaban sobre todo al área de finanzas para solicitar algún tipo de apoyo.
Timoteo Gaytan Guerrero, Secretario General de la Delegación D-V-88 perteneciente a la sección 61 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, argumentó que los propios alumnos fueron los que decidieron irse de la institución cuando vieron que unos 200 maestros estaban participando en este paro de brazos caídos y unos 115 administrativos frenaron sus actividades en áreas de control escolar.
Aunque tienen temor de sufrir algunas represalias al haber orquestado esta actividad que tiene carácter nacional, señalaron que están dispuestos a continuar en este proceso donde exigen que se nombre a un nuevo director y subdirectora, ya que a los actuales los catalogan de represores y de restringir los pagos. Tan sólo la subdirectora tiene en su contra 31 demandas laborales por diversos factores.
"Si tenemos miedo a que nos levanten actas, pero es un movimiento que teníamos que hacer. Aunque como no tenemos director, porque el actual aún no es designado, solo está comisionado. Regresamos este martes a clases, mientras no haya ninguna solución vamos a seguir".
Han arremetido con continuar con esta protesta para el 1 y 2 de octubre en caso de que no haya algún tipo de arreglo con los agremiados que además acusan a al Director General del Tecnológico Nacional de México, Manuel Quintero Quintero, por malversación de fondos, más o menos le piden transparencia en el manejo de 500 millones de pesos.
Ayer, las aulas estuvieron vacías, pasillos, gimnasios, bibliotecas, laboratorios, comedores, jardineras y canchas, no vieron el esplendor de la risa del estudiantado.