Los cuatro policías metropolitanos que habrían sido investigados por extorsionar y golpear a un estudiante, ya están libres; un caso más de impunidad, lamentó la organización civil, Ciudadanos Observando.; la defensa de la víctima va a impugnar la resolución del juez.
Hace algunas semanas, el organismo dio a conocer que un joven estudiante en compañía de su esposa fueron víctimas de elementos de la Policía Metropolitana del Gobierno de San Luis Potosí; los agredieron, torturaron, intentaron de extorsionarlos y los privaron ilegalmente de su libertad por varias horas.
Este caso fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y en una reunión que sostuvieron la asociación con el Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras, se les informó que los efectivos ya estaban siendo investigados.
José Guadalupe González, vocero del organismo, reveló que tras darle seguimiento a la denuncia, constataron que los policías habrían salido de la cárcel, dejando nuevamente al descubierto los graves índices de impunidad que prevalecen al interior de los órganos de seguridad y justicia.
Detalló que el juez desestimó delitos como secuestro, y fueron vinculados a procesos por delitos menores. Esto provoca, remarcó, que los demás elementos comentan este tipo de actos, “porque saben que nos les va a pasar nada”.
Los elementos cometían los delitos a bordo de la Unidad 2488 de Atención de Violencia de Genero, recordó. Y tras evidenciar públicamente, al menos 16 casos, se acercaron a la asociación a denunciar los mismos delitos.
La defensa de las víctimas, adelantó, va a impugnar la resolución del juez, pues existen pruebas contundentes de los delitos que cometieron al menos cuatro efectivos de la Policía Metropolita que opera en la capital.
El juez esta desestimó el delito de secuestro, los quiere llevar a vincular por delitos menores para salirse por la tangente. Llama la atención como el juez a desestimó varias pruebas muy contundentes y tomar esa decisión
“Esto provoca, dijo, que sigan delinquiendo porque ven que no pasa nada, que al final de cuentas van a poder salir fácil de problema y esa es una señal para los demás miembros de las corporaciones para que cometan más delitos porque saben que no hay castigo”.